Por Stefano Lodigiani
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Desde los primeros tiempos, las comunidades cristianas enterraban con el debido honor a quienes habían dado testimonio de la fe hasta dar la vida.
Los cristianos comenzaron muy pronto a venerar a sus mártires reuniéndose en torno a la tumba para celebrar el "refrigerium" con alegría, con lecturas y oraciones y, más tarde, con el rito eucarístico. Honrar al mártir significaba recordar cómo había respondido a la llamada del Señor y considerarlo un modelo para la propia vida.
Desde los tiempos de los apóstoles, según la tradición de la Iglesia, el mártir se identifica a menudo con la expresión de Tertuliano: "Christus in martyre est". En el mártir está Cristo. En referencia a Cristo, el martirio es signo de amor, no de violencia. Cuando siguen el camino indicado por los mártires, los cristianos, incluso en medio de la opresión y la violencia, nunca responden con odio y venganza, sino con amor y fraternidad. Por último, el testimonio del mártir nunca es estéril, como lo fue para el mártir por excelencia, Jesucristo.
Con esta convicción, la Iglesia sigue caminando a lo largo de los siglos, recordando y señalando a tantos hombres y mujeres que en todas las latitudes, en todas las épocas, no han dudado en derramar su sangre por Cristo y su Evangelio. Para algunos, su testimonio de fe está sellado por el Dicasterio para las Causas de los Santos, que los propone como ejemplos a la Iglesia universal; muchos otros permanecen desconocidos para la mayoría, pero ciertamente no para Dios; otros siguen anunciando a Cristo a través de sus obras y del legado de su compromiso transmitido a sus hijos espirituales. Son tantas luces que, sin clamor, siguen iluminando el camino de la Iglesia y de la humanidad incluso en tiempos que parecen oscuros y sin esperanza.
Fides recuerda las ocasiones y los modos en que también en 2023, año que acaba de terminar, la memoria luminosa de tantos mártires de los últimos tiempos ha iluminado el camino de la Iglesia en el tiempo presente, en todos los continentes.
- El martirio de tres misioneros javerianos ha sido reconocido por el dicasterio vaticano competente: Luigi Carrara (1933-1964), Giovanni Didonè (1930-1964) y Vittorio Faccin (1934-1964), además del sacerdote diocesano del entonces Congo Belga, don Albert Joubert (1908-1964). Los cuatro fueron asesinados el 28 de noviembre de 1964 cerca de las parroquias donde trabajaban, en Baraka y en Fizi, víctimas de la violencia de los Simba, movidos entonces por un profundo odio antirreligioso.
- El 5 de octubre de 2003, la misionera laica Annalena Tonelli, que había pasado su vida en África, fue asesinada en el hospital de Borama (Somalia). En 2023, en el vigésimo aniversario de su muerte, numerosos actos, celebraciones y conferencias, en Italia y en África, recordaron su pensamiento y su obra. "Elegí ser para los demás, los pobres, los que sufren, los abandonados, los no amados, cuando era niña y así he sido y confío seguir siendo hasta el final de mi vida. Sólo quería seguir a Jesucristo. Ninguna otra cosa me interesaba tanto: Él y los pobres en Él", así contaba Annalena, nacida en Forlì en 1943, su opción misionera entre los pobres de África, donde había desembarcado en 1969. Veinte años después de su muerte, Annalena sigue viva en el corazón y el espíritu de tantos que la conocieron, como en las obras sanitarias que fundó en una zona muy pobre de Kenia.
- Más de un millar de participantes asistieron a la marcha que se celebra todos los años para recordar al misionero comboniano padre Ezequiel Ramin, asesinado en Cacoal, en el estado brasileño de Rondònia, el 24 de julio de 1985. Desde hace 38 años, la comunidad local, con el Obispo a la cabeza, recuerda al joven misionero, que luchó por una Amazonia libre de toda explotación, el domingo próximo al 24 de julio con esta marcha, que termina con una misa. Hoy, el Instituto Ezequiel Ramin, que lleva su nombre, produce semillas ecológicas y forma a los campesinos en agricultura sin agrotóxicos.
- Siete años después de la muerte del padre Jacques Hamel, asesinado ante el altar mientras celebraba la Eucaristía en Saint Etienne, Normandía (Francia), el 26 de julio de 2016, esa pequeña iglesia se ha convertido en destino de peregrinación. Muchos se detienen a rezar y meditar en ese lugar de martirio dedicado al protomártir San Esteban. Para responder a esta necesidad, se ha proyectado un centro de acogida, con una exposición que recordará el compromiso del padre Hamel en favor del diálogo interreligioso. Cada año se llevan a cabo numerosas iniciativas para mantener vivos su recuerdo y su mensaje, dirigidas en particular a los jóvenes. La Federación de Medios de Comunicación Católicos Franceses ha lanzado un premio de periodismo que lleva el nombre del sacerdote asesinado, ahora en su sexto año, y que recompensa trabajos que hayan contribuido a la paz y al diálogo entre religiones, según el compromiso del padre Hamel.
- El 26 de abril de 2023, la Iglesia en Guatemala conmemoró el 25º aniversario del asesinato de Monseñor Juan José Gerardi Conedera, la noche del 26 al 27 de abril de 1998, dos días después de que presentara públicamente las conclusiones de la comisión que había recogido los testimonios de cientos de víctimas del conflicto armado interno en Guatemala, con el objetivo de iniciar un proceso de sanación, apoyando a las comunidades hacia la reconciliación. Monseñor Gerardi Conedera, obispo de la diócesis de Verapaz y posteriormente de la diócesis de El Quiché, contribuyó significativamente, en nombre de la Iglesia, al proceso de paz, justicia y reconciliación. "Por estas razones -exhortan los Obispos- invitamos a las comunidades a mantener viva la memoria de este valiente Obispo, testigo de amor y solidaridad. Gracias a su testimonio, todos nos sentimos motivados a trabajar por una Guatemala diferente, donde nunca más se repitan las atrocidades del pasado".
- Cada año, la pequeña comunidad católica camboyana recuerda a quienes dieron su vida por la fe en Cristo y son "las semillas y los padres" de los fieles camboyanos de hoy: Con este espíritu, más de 3.000 católicos, acompañados por obispos, sacerdotes y religiosos del Vicariato Apostólico de Phnom-Penh, de la Prefectura Apostólica de Battambang y de la Prefectura Apostólica de Kompong-Cham, participaron en la celebración eucarística 2023 en sufragio de las víctimas de la guerra civil, celebrada en Taing Kok, en la provincia de Kampong Thom, en el centro de Camboya. La celebración tuvo lugar en el lugar donde Mons. Joseph Chhmar Salas celebró la Eucaristía hasta su muerte en 1976. Para monseñor Salas y 34 compañeros, la Iglesia camboyana abrió oficialmente en 2015 la fase diocesana del proceso de beatificación. Fueron personas asesinadas o dejadas morir entre 1970 y 1977, durante la persecución que sufrió la Iglesia bajo el régimen de Pol Pot y los Jemeres Rojos. Los 35 son originarios de Camboya, Vietnam y Francia y son sacerdotes, laicos, catequistas, misioneros.
- "Los Siervos de Dios don João de Deus Kamtedza y don Silvio Alves Moreira fueron buenos pastores, sufrieron con su pueblo y buscaron siempre la paz y la reconciliación. Pusieron sus cualidades humanas y espirituales al servicio de Dios y de los hombres, viviendo su ideal misionero", subrayó Diamantino Guapo Antunes, IMC, obispo de Tete (Mozambique), en la homilía de la misa de clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación de los dos sacerdotes jesuitas conocidos como los "Mártires de Chapotera". La ceremonia tuvo lugar el 12 de agosto de 2023, en el santuario diocesano de Zobuè, en la diócesis de Tete, con la participación de cientos de católicos de todas las parroquias de la diócesis. Los dos jesuitas, uno mozambiqueño y el otro portugués, fueron asesinados el 30 de octubre de 1985 cerca de su residencia misionera en Chapotera, Misión de Lifidzi, Angonia (Mozambique), en el contexto de la guerra civil que ensangrentó al pueblo mozambiqueño y a las comunidades católicas en particular.
- El V Congreso Misionero Nacional de Nigeria, celebrado en noviembre, tuvo como lema "No temáis, porque yo estoy con vosotros" (Isaías 41:10), inspirado en la difícil situación del país, donde muchos viven atemorizados. El obispo de Yola, Stephen Dami Mamza, animó a todos a seguir difundiendo y dando testimonio del Evangelio a pesar de las complejas pruebas que atraviesa el país, recordando siempre que "no debemos temer, porque el Señor está con nosotros hasta el final de los tiempos". La resolución final dice: "El Congreso tuvo como objetivo recordar a cada cristiano la responsabilidad misionera de cada bautizado, a pesar de las pruebas que esto conlleva; el tema del Congreso fue un claro llamado a permanecer firmes, incluso en medio de persecuciones, amenazas a la vida". También se abordó el gran tema de las persecuciones y la sangre de los mártires como semilla fecunda de la Iglesia. Reconociendo que del martirio, por gracia, se pueden generar frutos de vida en la fe, se animó a iniciar procesos de canonización de personas asesinadas por ser cristianas y por odio a la fe.
- La historia humana y cristiana de don Franco Ricci, sacerdote fidei donum de la archidiócesis de Bari-Bitonto (Italia), asesinado en Etiopía el 19 de junio de 1992, ha sido recordada a través de una obra de teatro basada en numerosos testimonios de personas cercanas a "Abba Franco" en la misión de Soddu Abala. Fue asesinado por bandas armadas que perseguían a los fieles de la misión confiada a don Ricci, que le había defendido abiertamente. La escenificación, subraya la diócesis, "es un signo de su testimonio perenne".
- En el 30 aniversario de la trágica muerte de don Pino Puglisi a manos de la mafia en Palermo (Italia), el 15 de septiembre de 1993, han sido innumerables las celebraciones y eventos para recordar su compromiso y revivir su obra. En su mensaje para la ocasión, el Papa Francisco quiso "agradecer al Dios de todo consuelo por el don del Beato Mártir don Pino Puglisi", recordando que "siguiendo el ejemplo de Jesús, don Pino llegó hasta el final en el amor", "este sacerdote no se detuvo, se entregó por amor abrazando la Cruz hasta derramar su sangre".
A don Pino Puglisi y a todos los que “abrazaron la Cruz hasta el derramamiento de sangre” se les pueden aplicar las palabras de la Escritura: “la vida de los justos está en manos de Dios, y ningún tormento los alcanzará. Los insensatos pensaban que habían muerto, y consideraban su tránsito como una desgracia, y su salida de entre nosotros, una ruina, pero ellos están en paz. Aunque la gente pensaba que cumplían una pena, su esperanza estaba llena de inmortalidad. Sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes bienes, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de él. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como sacrificio de holocausto. En el día del juicio resplandecerán y se propagarán como chispas en un rastrojo” (Sap 3, 1-7).
(Agencia Fides 5/1/2024)