Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Según las informaciones recogidas por la Agencia Fides, en el año 2014 han sido asesinados en el mundo 26 agentes pastorales, 3 más que en el año 2013. Por sexto año consecutivo, el número más lato de agentes pastorales asesinados se ha registrado en América. En los últimos diez años (2004-2013) han sido asesinados en el mundo 230 agentes pastorales, de los cuales 3 obispos.
En el 2014 han muerto de forma violenta 17 sacerdotes, 1 religioso, 6 religiosas, 1 seminarista, 1 laico. Según la repartición por continentes, en América han sido asesinados 14 agentes pastorales (12 sacerdotes, 1 religioso, 1 seminarista); en África han sido asesinados 7 agentes pastorales (2 sacerdotes, 5 religiosas); En Asia han sido asesinados 2 agentes pastorales (1 sacerdote, 1 religiosa); en Oceanía han sido asesinados 2 agentes pastorales (1 sacerdote, 1 laico); En Europa ha sido asesinado 1 sacerdote.
No podemos dejar de mencionar a los que han muerto no a manos de un criminal sino asesinados por el virus Ébola, que se está cobrando miles de víctimas en África occidental, donde las estructuras católicas, y no sólo las sanitarias, se han movilizado desde el primer brote de la epidemia. La familia religiosa de los Fatebenefratelli (Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios) ha perdido en Liberia y Sierra Leona cuatro hermanos, una hermana y trece empleados de los hospitales en Monrovia y Lunsar, al haber contraído el virus en su generoso compromiso de cuidar a los enfermos. “Nuestros hermanos han dado su vida por los demás, como Cristo, hasta el punto de morir infectados por esta epidemia”, escribieron Fray Jesús Etayo, Prior General. Una suerte similar a la que corrieron las seis religiosas misioneras italianas de las Hermanas Poverelle de Bergamo, que murieron en el Congo en 1995 por haber contraído el virus Ebola al no dejar a la población sin atención sanitaria. Para ellas, en 2013 se abrió el proceso de beatificación.
Como sucede desde hace algún tiempo, la lista de Fides no trata sólo de los misioneros ad gentes en sentido estricto, sino de todos los agentes pastorales asesinados de forma violenta. No se utiliza el término “mártires”, si no en su sentido etimológico de “testigos” para no entrar en el juicio que la Iglesia podrá dar a algunos de ellos, y también por las pocas noticias que se consigue recoger sobre su vida y las circunstancias de la muerte.
Una vez más la mayor parte de los agentes pastorales asesinados en el 2014 ha encontrado la muerte como resultado de intentos de robo o hurto, y en algunos casos agredidos con ferocidad, una señal del clima de decadencia moral, de pobreza económica y cultural, que genera violencia y desprecio por la vida humana.
Ninguno de ellos ha realizado acciones atroces o gestos increíbles, pero han vivido con perseverancia y humildad su compromiso diario de dar testimonio de Cristo y de su Evangelio en este tipo de situaciones. Algunos fueron asesinados por las mismas personas a las que ayudaban, otros abrieron la puerta a quienes pedían ayuda y fueron atacados, otros fueron asesinados durante un robo, para otros el motivo de los asaltos y secuestros que terminaron trágicamente no esta claro, y tal vez nunca se sepa las verdaderas causas.
En 2014 han sido condenados los mandantes del homicidio del obispo de La Rioja (Argentina), Mons. Enrique Angelelli, 38 años después del asesinato del Prelado, que trato de camuflarse con un accidente de coche; también han sido condenados los mandantes y los ejecutores del asesinato de Mons. Luigi Locati, Vicario apostólico de Isiolo (Kenia), asesinado en 2005; se ha arrestado además a los responsables de la muerte del Rector del Seminario de Bangalore (India), p.Thomas, asesinado en 2013.
Sigue siendo motivo de gran preocupación el destino de otros agentes pastorales secuestrados o desaparecidos, de los cuales no se han tenido noticias, como es el caso de los tres sacerdotes congoleños Agustinos de la Asunción, secuestrados en Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo en octubre de 2012, o del jesuita italiano padre Paolo Dall'Oglio, secuestrado en Siria en 2013, o del p. Alexis Prem Kumar, que fue secuestrado el pasado 2 de junio en Herat, Afganistán.
El 24 de mayo, fueron beatificados el misionero del PIME (Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras) padre Mario Vergara, y el catequista laico Isidoro Ngei Ko Lat, asesinados por odio a la fe en Birmania, en 1950. “Que su heroica fidelidad a Cristo pueda ser estímulo y ejemplo para los misioneros y especialmente los catequistas que en las tierras de misión desempeñan una labor apostólica valiosa e irreemplazable”, ha dicho el Papa Francisco.
A las listas provisionales elaborados anualmente por la Agencia Fides, de hecho, siempre hay que añadir la larga lista de muchos, de los cuales tal vez nunca se tendrá noticia o de quienes no se sabe el nombre, que en todos los rincones del planeta sufren y pagan con la vida su fe en Jesucristo. (SL) (Fides 30/12/2014)