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El Cairo (Agencia Fides) - El acontecimiento cristiano en la Historia no puede desligarse de las tierras donde Cristo nació, vivió, murió y resucitó. Los cristianos han hecho también una importante contribución a la civilización árabe en el desarrollo de las actuales sociedades de Oriente Medio, y confiando en la gracia de Cristo, podrán permanecer arraigados en aquellas tierras y ofrecer una valiosa contribución al renacimiento de los países de Oriente Medio. Así se expresa el Consejo de Iglesias de Oriente Medio en el mensaje al final de la 12ª Asamblea General celebrada del lunes 15 al viernes 20 de mayo en Egipto, en el Centro Logos junto al Monasterio Anba Bishoy, en la región desértica de Wadi el Natrun. La Asamblea, que acogió el encuentro de patriarcas, obispos y otros representantes de las Iglesias y comunidades eclesiales presentes en los países del norte de África y Oriente Medio, expresó su pesar por la emigración masiva de jóvenes que está debilitando las sociedades Oriente Medio y también está reduciendo drásticamente el número de muchas comunidades cristianas locales. Al mismo tiempo, también destacó el deseo de que las personas y las familias emigraran de sus países de origen para conservar el vínculo con la patria y no desperdiciar la riqueza espiritual recibida en su comunidad de origen. La Asamblea dio las gracias al presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, por sus palabras a los participantes en el encuentro, especialmente cuando subrayó que “los hermanos cristianos, en todos los países árabes, son parte integrante del tejido de toda la sociedad árabe”.
Entre los puntos del documento final, los asistentes a la Asamblea subrayaron la urgencia de contrarrestar “la violencia y el fanatismo de cualquier origen”. Reiteraron la necesidad de ayudar a los marginados y vulnerables, a los refugiados y desplazados. Reafirmaron la necesidad de “respetar la libertad de creencias, consolidar los valores de ciudadanía y de convivencia con nuestros hermanos musulmanes, a quienes nos une el respeto mutuo”. También se reafirmó el compromiso de “apoyar a las Iglesias y a los creyentes en Jerusalén” y el “deber de preservar los Santos Lugares, recordando a la comunidad internacional y a los pueblos del mundo la importancia de apoyar la presencia cristiana en la Ciudad de la Paz”.
El Consejo de Iglesias de Oriente Medio, fundado en 1974 en Nicosia y actualmente con sede en Beirut, tiene como objetivo facilitar el entendimiento entre las comunidades cristianas de Oriente Medio en temas de interés común y favorecer la superación de conflictos confesionales. En el MECC se congregan Iglesias y comunidades eclesiales pertenecientes a cuatro familias diferentes: la católica, la ortodoxa, la ortodoxa oriental y la evangélica. En su sesión final, la Asamblea General con sede en Egipto eligió a los cuatro nuevos Presidentes del Consejo, en representación de estas cuatro familias que componen el cuerpo ecuménico: para la familia Ortodoxa Oriental, será presidente para el próximo mandato el obispo Antonios, metropolitano de Jerusalén y Oriente Próximo para los coptos ortodoxos; para la familia ortodoxa, el mismo papel será ejercido por Yohanna X, patriarca ortodoxa griega de Antioquía, que reside en Damasco; las Iglesias católicas estarán representadas en la presidencia colegiada por Raphaël Bedros XXI Minassian, Patriarca de Cilicia para los armenios católicos; el presidente elegido para representar a los evangélicos será el reverendo Paul Haidostian, presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas Armenias del Cercano Oriente. La Asamblea General también confirmó la elección del Secretario General del Consejo, el profesor ortodoxo griego Michel Abs, que había sido elegido por el Comité Ejecutivo en la reunión celebrada el 18 de septiembre de 2020 en el Líbano, en Bkerké, en la sede del Patriarcado maronita.
(GV) (Agencia Fides 20/05/2022)