Por Gianni Valente
Roma (Agencia Fides) – En la era globalizada, los países y pueblos del Sudeste Asiático representan un «actor trans regional» fundamental para promover caminos de desarrollo sostenibles e inclusivos. En una región caracterizada por la convivencia de cientos de grupos étnicos, lenguas y tradiciones religiosas distintas, el diálogo intercultural e interreligioso resulta crucial para el bien común de toda la familia humana.
Esta visión ha sido el eje de la “Lectio Magistralis” impartida hoy en el Auditorio “San Juan Pablo II” de la Pontificia Universidad Urbaniana por Hendy Assan, Embajador de Malasia ante la Santa Sede, en presencia de estudiantes, docentes y miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
El profesor Vincenzo Buonomo, en su saludo de inicio, ha anunciado que la “Lectio Magistralis” del Embajador, inaugura una serie de encuentros entre la comunidad universitaria, multiétnica y multicultural, de la Urbaniana con representantes del mundo diplomático sobre temas de relevancia cultural, social y geopolítica, promovidos por el Centro de Estudios Chinos y Asiáticos dirigido por el profesor Alessandro Dell’Orto.
El título de la Lectio, “Transregional ASEAN: Sostenibilidad, Inclusión y el Rol del Diálogo Intercultural en la Cooperación Regional y Global”, ha guiado el análisis del creciente protagonismo de la ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, presidida en 2025 por Malasia.
Establecida en 1967 en Bangkok por cinco países fundadores (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia), la ASEAN cuenta actualmente con 11 miembros, con la incorporación de Timor Oriental el 28 de octubre de 2025.
«El Sudeste Asiático, un mosaico de colores y matices», ha subrayado el Cardenal Luis Antonio Tagle, ProPrefecto del Dicasterio para la Evangelización, en un mensaje leído en su nombre por don Agostino Hyuntaek Han al inicio del encuentro, «al unir las diversidades de manera armoniosa y mediante un diálogo estructural, puede contribuir a concretar las aspiraciones de paz en la región y en el mundo».
“Una historia de éxito del Sur Global”.
El diplomático malasio ha definido la ASEAN como «uno de los grupos regionales más dinámicos del mundo», «una silenciosa historia de éxito del Sur Global». Además, ha señalado que ha sido un instrumento clave para generar «condiciones económicas que han sacado a millones de personas de la pobreza», y que se ha convertido en un «puente indispensable entre el Indo-Pacífico y Europa, entre Asia y Medio Oriente y cada vez más entre el Sur Global y los marcos de gobernanza global».
Este dinamismo “transregional” se ha desplegado a lo largo de los años en una densa red de planes estratégicos, proyectos, acuerdos marco y asociaciones con diversos actores económicos y geopolíticos. Entre ellos, el Embajador ha mencionado el Área de Libre Comercio ASEAN-Australia-Nueva Zelanda, las relaciones con Canadá e India y la futura ampliación del área de libre comercio con China (ACFTA 3.0). También ha destacado acuerdos en desarrollo o firmados por la ASEAN, como el Acuerdo Marco sobre Economía Digital, la Hoja de Ruta de Estándares del Comercio Digital y otras iniciativas de sostenibilidad ambiental alineadas «con la Agenda 2030 de la ONU».
El Embajador ha explicado que «la integración económica sigue siendo la columna vertebral del proceso de construcción de la comunidad ASEAN», y el crecimiento del 4,8% registrado en 2024 demuestra la eficacia de este proceso, incluso en tiempos marcados por la inestabilidad y la incertidumbre. Asimismo, ha destacado la agenda de la ASEAN centrada en el desarrollo humano: migración, protección social, educación superior y movilidad laboral. Además, ha recordado el apoyo de la ASEAN a operaciones humanitarias en Myanmar, afectado por conflictos internos, y la función de la Asociación como «plataforma neutral para el diálogo» ante conflictos como el resurgimiento de tensiones entre Camboya y Tailandia, mediante instrumentos como el «Tratado de Amistad y Cooperación entre los Estados miembros» y el «Tratado sobre la Zona Libre de Armas Nucleares del Sudeste Asiático».
Sostenibilidad e inclusión, “prioridades” de la Presidencia malasia.
Durante la Presidencia malasia de la ASEAN - ha explicado el Embajador en su Lectio a la Urbaniana - ha centrado su atención en reducir brechas de desarrollo y promover un crecimiento inclusivo y sostenible. En la región se han incrementado iniciativas sobre transición ecológica, desarrollo de la economía ligada a recursos marinos, seguridad alimentaria e hídrica. «La inclusión», ha señalado el embajador Assan, «es un pilar fundamental: no se puede reclamar progreso si los beneficios no llegan a comunidades rurales, trabajadores migrantes, personas con discapacidad, mujeres y niñas, ancianos y grupos vulnerables». Esta atención permite apreciar «el papel transformador del diálogo intercultural e interreligioso para promover un futuro pacífico, inclusivo y sostenible».
El rol “transformador” del diálogo interreligioso.
El Embajador ha recordado que la ASEAN es «una región definida por el pluralismo», con «cientos de grupos étnicos, lenguas y tradiciones religiosas -Islam, cristianismo, budismo, hinduismo, sijismo, taoísmo y espiritualidades indígenas- que conviven en complejas tramas sociales». Malasia misma es «un ejemplo vivo de este pluralismo», con el Islam como religión constitucional de la Federación, coexistiendo con cristianos, budistas, hindúes y creyentes de otras religiones.
Esta composición plural -ha añadido- potencia la capacidad de Malasia de «promover la comprensión intercultural a nivel regional y global», subrayando «la importancia de la diplomacia cultural, la cooperación educativa y la comprensión interreligiosa para reforzar la cohesión regional, contrarrestar la desinformación y generar resiliencia frente al extremismo».
En particular, refiriéndose al cristianismo, Assan ha recordado que «en toda la ASEAN, las organizaciones cristianas han contribuido históricamente a la educación, la sanidad, la asistencia humanitaria y el servicio comunitario, especialmente para las poblaciones más vulnerables». Y que «sus valores de compasión, responsabilidad, solidaridad y servicio resuenan profundamente con la visión de la ASEAN de una comunidad inclusiva centrada en las personas».
También en Malasia - ha añadido el diplomático maliense hablando en la Universidad que es parte integral del Dicasterio misionero- «las misiones cristianas fueron pioneras en la creación de escuelas y hospitales, fomentando movilidad social que aún beneficia a generaciones».
En tiempos actuales, caracterizados por «la doble presión de la transformación tecnológica y la polarización ideológica», el diálogo intercultural e interreligioso adquiere mayor urgencia, cumpliendo «un papel preventivo y sanador», contrarrestando «narrativas de miedo» y «creando espacios compartidos donde las diferencias se celebran y no se instrumentalizan».
Roma, “cruce” de fe, diplomacia y cultura.
En este marco global, el Embajador Assan ha concluido su Lectio subrayando «la importancia transregional del diálogo con Europa y, en particular, con Italia y la Santa Sede». Roma se encuentra «en un cruce único de fe, diplomacia, cultura y conocimiento», y sus universidades, instituciones religiosas y presencia diplomática ofrecen plataformas para profundizar los intercambios entre la ASEAN y Europa. Además, «la Santa Sede, con su autoridad moral y sus redes globales, es un socio fundamental para promover la paz, la acción humanitaria y la comprensión intercultural».
«Estamos entrando en una década», ha reconocido el Embajador ante la Santa Sede, «en la que las tensiones globales se intensificarán, los impactos climáticos serán más graves y los cambios tecnológicos superarán la capacidad de los sistemas de regulación. Sin embargo, esta década también ofrece enormes oportunidades de innovación, cooperación y progreso, si actuamos con determinación y unidad. La fuerza de la ASEAN no reside en el poder militar, sino en su capital moral: compromiso con el diálogo en lugar de la confrontación, inclusión en lugar de exclusión, sostenibilidad en lugar de beneficio inmediato, consenso en lugar de coerción». En un contexto global marcado por la incertidumbre, el diálogo intercultural e interreligioso «ofrece una brújula arraigada en la humanidad compartida».
(Agencia Fides 10/12/2025).