León XIV y Bartolomé I: la plena comunión entre los cristianos, no “un lujo” sino “una prioridad”

domingo, 30 noviembre 2025 papa león xiv   ecumenismo   ortodoxia   teología  

VaticanMedia

Estambul (Agencia Fides) – Perseguir «la plena comunión entre todos aquellos que están bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, respetando las legítimas diferencias, es una de las prioridades de la Iglesia católica y, de modo particular, de mi ministerio como Obispo de Roma». Lo ha confirmado el Papa León XIV en el discurso pronunciado en la iglesia de San Jorge en Estambul, sede del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, al final de la divina liturgia celebrada por la solemnidad de San Andrés Apóstol. El Papa Prévost también ha subrayado que el «rol específico» del Obispo de Roma «a nivel de la Iglesia universal consiste en estar al servicio de todos para construir y preservar la comunión y la unidad».
La participación del Pontífice en la divina liturgia bizantina ha representado el momento clave del último día de la visita papal a Turquía, peregrinación a la tierra donde hace 1700 años se celebró el Concilio de Nicea, primer Concilio ecuménico de la historia de la Iglesia.
La fe de San Andrés – ha subrayado el Obispo de Roma – «es la nuestra: la misma definida por los Concilios ecuménicos y profesada hoy por la Iglesia».
El Papa ha recordado la ceremonia en la que participó el 28 de noviembre en Iznik, heredera de la antigua Nicea, donde «junto a los Jefes de Iglesias y los Representantes de las Comuniones Cristianas Mundiales, durante la oración ecuménica lo hemos recordado: la fe profesada en el Credo Niceno-Constantinopolitano nos une en una comunión real y nos permite reconocernos como hermanos y hermanas».
La historia y el pasado – ha recordado el Pontífice – están sembrados de malentendidos y conflictos entre cristianos de diversas Iglesias, «y aún hay obstáculos que nos impiden estar en plena comunión, pero no debemos retroceder en el compromiso por la unidad y no podemos dejar de considerarnos hermanos y hermanas en Cristo y amarnos como tales».
También el Patriarca ecuménico Bartolomé, en su intervención leída al final de la divina liturgia, ha reiterado que «la unidad de los cristianos no es un lujo. Es la oración suprema de nuestro Señor Jesucristo: “que todos sean uno”, y también la condición esencial para la misión de la Iglesia». La unidad de los cristianos – ha añadido el Patriarca ecuménico – «es un imperativo, sobre todo en estos tiempos tumultuosos, cuando el mundo está desgarrado por guerras, violencia y todo tipo de discriminación, mientras está devastado por el deseo de dominio, la búsqueda del lucro y la explotación desenfrenada de los recursos naturales».
Después del Patriarca, también el Papa León XIV ha recordado la declaración común con la que hace casi 60 años, el 7 de diciembre de 1965, el Papa Pablo VI y el Patriarca ecuménico Atenágoras proclamaron «que las decisiones desafortunadas y los tristes acontecimientos que llevaron a las recíprocas excomuniones de 1054 debían ser borrados de la memoria de la Iglesia. Este gesto histórico de nuestros venerados Predecesores» – ha proseguido el Papa Prévost – «abrió un camino de reconciliación, de paz y de creciente comunión entre católicos y ortodoxos, que ha crecido también gracias a los contactos frecuentes, los encuentros fraternos y un fecundo diálogo teológico».
En sus intervenciones, tanto el Patriarca como el Pontífice han reiterado la centralidad de la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica como instrumento para eliminar los obstáculos y los malentendidos de carácter teológico y doctrinal que impiden la plena comunión sacramental entre católicos y ortodoxos. «Les pido» – ha añadido el Obispo de Roma – «que sigan realizando todos los esfuerzos para que todas las Iglesias ortodoxas autocéfalas vuelvan a participar activamente en este compromiso». Actualmente, el Patriarcado de Moscú no participa en los trabajos de la Comisión para el Diálogo Teológico.
Para permanecer fieles a su misión – ha continuado el Sucesor de Pedro –, «nuestras Iglesias están llamadas a responder juntas a los llamados que el Espíritu Santo les dirige hoy. Ante todo, en este tiempo de conflictos sangrientos y violencias en lugares cercanos y lejanos, católicos y ortodoxos están llamados a ser constructores de paz».
Además de esta urgencia, el Obispo de Roma ha señalado otros dos «desafíos» que los cristianos están llamados a afrontar juntos en esta fase histórica: la «amenazante crisis ecológica», que llama a católicos y ortodoxos a «colaborar para promover una nueva mentalidad en la que todos se sientan custodios de la creación que Dios nos ha confiado»; y – tercer “desafío” – «el uso de las nuevas tecnologías, especialmente en el campo de la comunicación. Conscientes de los enormes beneficios que pueden ofrecer a la humanidad» – ha exhortado el Pontífice – «católicos y ortodoxos deben trabajar juntos para promover un uso responsable al servicio del desarrollo integral de las personas, y una accesibilidad universal, para que tales beneficios no queden reservados solo a un pequeño número de personas y a los intereses de unos pocos privilegiados».
Después de la divina liturgia, el Papa León y el Patriarca Bartolomé han subido al balcón del Palacio patriarcal y han dado conjuntamente la bendición a la pequeña multitud reunida en el patio frente a la iglesia de San Jorge.
(GV) (Agencia Fides 30/11/2025)


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