ASIA/COREA DEL NORTE - Katharina Zellweger: “Reconsiderar las sanciones hacia Corea del Norte. Sí a una diplomacia de paz”

viernes, 21 noviembre 2025 política internacional   derechos humanos   cooperación   cáritas   ayuda humanitaria   diplomacia  

Archdiocese of Seoul

Seúl (Agencia Fides) – «Corea del Norte está sometida a sanciones extremadamente severas debido a su programa misilístico y nuclear. Las sanciones están teniendo un impacto, pero, en lugar de perjudicar al régimen, el peso lo siente sobre todo la población norcoreana. Las sanciones están creando una espiral descendente para los pobres, y la malnutrición parece difundirse nuevamente en todo el país. Creo que es necesario reconsiderarlas», afirma la cooperante católica suiza Katharina Zellweger, durante el “Foro para el intercambio de la paz en la península coreana”, celebrado recientemente por la Arquidiócesis de Seúl y organizado por el “Comité para la Reconciliación en Corea”, con motivo de sus 30 años de trabajo por la paz en la península.
Zellweger dirigió un programa de asistencia de Caritas Hong Kong en Corea del Norte y posteriormente trabajó para la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, residiendo en Pyongyang entre 2006 y 2011. Actualmente dirige la ONG KorAid, dedicada a la asistencia y a la promoción integral de personas con discapacidad en varios países, incluida Corea del Norte.
«La puerta de Corea del Norte está actualmente cerrada -para los surcoreanos, para las ONG y para las Naciones Unidas-. Después de haber vivido muchos altibajos durante mis 30 años de compromiso con Corea del Norte, estoy convencida de que el estancamiento actual no durará para siempre. Aunque el camino de vuelta hacia la diplomacia y el compromiso será largo y difícil, una vez más harán falta paciencia y determinación», señala.
La cooperante recuerda: «En la primavera de 1995 puse por primera vez un pie en Corea del Norte», para gestionar un programa de asistencia a niños indigentes y con discapacidad en nombre de Caritas Suiza y Caritas Hong Kong, donde trabajó durante 28 años. Zellweger relata haber visto «la dura realidad y el sufrimiento increíble» de la población debido a una grave hambruna. «Desde allí comenzó la implicación de Caritas a través de un programa gestionado desde Hong Kong. Lanzamos llamamientos año tras año y conseguimos llevar ayuda alimentaria, además de proyectos de desarrollo en cooperativas agrícolas y asistencia en hospitales. A todo ello se sumaron iniciativas de formación. Fue un trabajo pionero».
Después, trabajando para la agencia suiza, «el enfoque era no juzgar, mantener la imparcialidad y tratar a los norcoreanos con respeto». Con este espíritu se consiguió abrir la “Pyongyang Business School” en la capital, activa durante cuatro años, que permitió enviar jóvenes norcoreanos al extranjero para formación, conferencias y viajes de estudio.
«Con KorAid -explica- partimos de un dato: cerca del 6,2% de la población norcoreana, unos 1,6 millones de personas, sufre algún tipo de discapacidad. La organización se creó para ellos. En cuatro años, entre 2015 y 2019, KorAid realizó más de 30.000 intervenciones de rehabilitación».
Zellweger afirma: «Durante mis muchos años de trabajo en Corea del Norte, con paciencia, determinación, flexibilidad y la voluntad de intentar comprender el mundo como lo ve Corea del Norte, he llegado a admirar al pueblo norcoreano por su coraje y fuerza de voluntad, y por cómo lucha por abrirse camino en medio de circunstancias tan difíciles».
Respecto al papel de la Iglesia católica en la paz en la península, añade: «La Iglesia católica de Corea del Sur, con perseverancia y fe, desempeña ya un papel importante en el proceso de sanación y mantiene viva la esperanza de reconciliación entre las dos Coreas».
En la situación actual, señala que «se puede apoyar a las organizaciones que hoy tienen acceso al Norte. Por ejemplo, este año UNICEF ha enviado 2,7 millones de dosis de vacunas infantiles y ha entregado 25 contenedores de alimentos y medicamentos esenciales para niños malnutridos». Según el Programa Mundial de Alimentos (2022), unos 10,7 millones de personas, más del 40% de la población, sufren malnutrición; y un informe de la ONU de 2025 indica que el 16,6% de los niños menores de cinco años padece retraso del crecimiento. «Apoyar a la infancia del país es una buena inversión para el futuro, igual que comprometerse en el sector sanitario», afirma.
Zellweger también promueve una “diplomacia de paz”, que –explica- incluye tres dimensiones: peacemaking, peacekeeping y peacebuilding. «Todas utilizan la negociación y el diálogo para gestionar y resolver conflictos. Una paz duradera va más allá de los tratados: debe construirse sobre la confianza, una comunicación eficaz y la búsqueda de soluciones aceptables para todas las partes. Requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad: gobierno, sector privado, sociedad civil, academia y jóvenes. Sé lo difícil que es, sobre todo ahora que el Norte está cerrado a la mayor parte del mundo exterior. Pero es esencial seguir creando las condiciones para una paz sostenible, aunque, por ahora, esto solo pueda hacerse desde Corea del Sur».
Como posible canal de confianza y buenas relaciones, concluye que también podría servir la Jornada Mundial de la Juventud 2027, que se celebrará en Seúl. «He observado que muchos jóvenes surcoreanos parecen carecer de entusiasmo por el Norte y por el futuro de toda la península. Sería valioso implicar plenamente a las universidades y escuelas católicas para sensibilizar sobre la construcción de una relación fecunda y esperanzadora con los jóvenes norcoreanos».
(PA) (Agencia Fides 21/11/2025)


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