ASIA/TIERRA SANTA - Haifa, una multitud orante de miles de personas participa en la procesión en honor de Nuestra Señora del Monte Carmelo

miércoles, 4 mayo 2022 oriente medio   iglesias locales   devoción mariana   culto mariano  

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Haifa (Agencia Fides) - Miles de cristianos han participado en la tradicional procesión en honor de Nuestra Señora del Monte Carmelo, llamada popularmente Taalat al-Adra, la “Subida de la Virgen”, en Haifa el domingo por la tarde (1 de mayo). A lo largo de los dos kilómetros y medio de recorrido desde la parroquia latina de San José hasta el monasterio carmelita de Stella Maris, en el Monte Carmelo, precedidos por grupos de scout de todo el país, han caminado recitando oraciones y cantando himnos a la Virgen creyentes de todos los ritos. Este año, la tradicional procesión se celebró sin las restricciones debidas a la pandemia. El año pasado -recuerda el informe publicado en la página web del Patriarcado Latino de Jerusalén-, debido a la pandemia de Covid, la procesión se transformó en un convoy de coches que se dirigió a la cima del Monte Carmelo.
La “subida de la Virgen” es un acto de devoción popular que tiene profundas raíces en la vida de los cristianos de Tierra Santa. “En la época de la Primera Guerra Mundial -explica a la Agencia Fides el padre carmelita Mikhael Abdo OCD, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de Tierra Santa- los turcos habían dado a los padres carmelitas tres horas para abandonar el monasterio del Monte Carmelo. Se fueron con sólo unos pocos documentos de archivo y la estatua de Nuestra Señora. Después de la guerra, en 1919, tuvo lugar la primera procesión para llevar la estatua de la Virgen de vuelta al monasterio, que también se vivió como un acto de acción de gracias”.
En el pasado, la multitud de devotos que participaban en la procesión era aún mayor, pero ahora las limitaciones a la libertad de movimiento hacen imposible que participen los que antes venían del Líbano.
“Hoy hemos caminado. Hoy nos alegramos. Pero al final tendremos que volver a bajar, a nuestras preocupaciones y problemas cotidianos”, ha dicho el Arzobispo Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, en el Monasterio Stella Maris al final de la procesión. “Así que, dondequiera que vayamos, debemos llevar la alegría de esta tarde. Debemos llevar en nuestra vida cotidiana el consuelo de la mirada de nuestra Madre, que hoy hemos recibido”.
(GV) (Agencia Fides 4/5/2022)


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