ASIA/LÍBANO - Consejo de Iglesias de Oriente Medio: «agresión global» contra el Líbano. Padre Zgheib: pueblo golpeado a pocos kilómetros del Patriarcado Maronita

miércoles, 25 septiembre 2024 oriente medio   Áreas de crisis   sectarismo   refugiados   crímenes de guerra  

UNHCR

Beirut (Agencia Fides) - La actual escalada militar en Líbano se ha convertido en «una agresión global contra diversas regiones libanesas, que ha provocado el sacrificio de miles de ciudadanos y el desplazamiento de cientos de miles de personas» del sur del país y del valle de la Bekaa. Se trata de «crímenes» que «demuestran el desprecio de las fuerzas de agresión por los principios del derecho internacional, las normas de las Convenciones de Ginebra y todas las regulaciones que rigen los conflictos armados», denuncia el Consejo de Iglesias de Oriente Medio (MECC, Middle East Council of Churches).
En un comunicado emitido ayer, el organismo ecuménico con sede en Beirut pidió a la comunidad internacional «una intervención inmediata y una condena clara de los crímenes de guerra contra la población civil, incluido el bombardeo, la destrucción sistemática de infraestructuras, y la interrupción del suministro de alimentos y productos sanitarios».

Ante la gravedad de los acontecimientos en el Líbano, el MECC ha celebrado una reunión de emergencia de su Secretaría General, presidida por su Secretario General, el profesor cristiano ortodoxo libanés Michel Abs. Durante la reunión, los participantes han elevado oraciones por la paz y han discutido sobre las «medidas humanitarias urgentes y formas de apoyar a las familias afectadas».

Sin mencionar directamente al ejército israelí, el MECC condena «enérgicamente la matanza de inocentes, incluidos niños, mujeres, ancianos y otros civiles», y lamenta los ataques perpetrados por las fuerzas de agresión en áreas densamente pobladas, que en un solo día han provocado la muerte de unas 500 personas y el desplazamiento de cientos de miles. Además, el comunicado solicita «protección internacional para los civiles, de manera que las organizaciones puedan proporcionar los suministros necesarios para garantizarles una vida digna». Durante la reunión, también se ha creado un grupo de trabajo para coordinar sobre el terreno las iniciativas de apoyo a las familias desplazadas.

«Todos vivimos una situación de angustia, dolor, rabia y miedo», explica el sacerdote maronita Rouphael Zgheib, Director de las Obras Misionales Pontificias del Líbano y profesor de la Universidad Saint Joseph de los jesuitas, a la Agencia Fides. «La incertidumbre sobre lo que nos espera pesa sobre todo. No está claro quién puede detener esta violencia ni si los ataques son solo el comienzo».

Los bombardeos israelíes tienen como objetivo presuntas bases del grupo chií Hezbolá, pero desde hace días han golpeado también pequeños enclaves y pueblos chiíes en zonas habitadas mayoritariamente por cristianos. «Esta mañana», informa el padre Zgheib a Fides, «ha sido bombardeado el pequeño pueblo chií de Maaysra, en la zona de Keserwan, un área históricamente cristiana, a pocos kilómetros de la sede del Patriarcado maronita en Bkerké».

Los ataques en el centro del Líbano están sembrando el miedo entre la población. Además, el temor y la desconfianza han aumentado debido a la utilización de buscapersonas y walkie-talkies convertidos en artefactos explosivos, lo que ha hecho peligroso incluso comunicarse con personas relacionadas, directa o indirectamente, con Hezbolá. «Esta situación de incertidumbre», añadió el padre Zgheib, «también está afectando los esfuerzos de ayuda a los desplazados y heridos. Los hospitales están desbordados y no preparados para tratar a la gran cantidad de personas heridas en el rostro y los ojos por estos explosivos improvisados. Se están abriendo iglesias y escuelas para acoger a los desplazados, y hay muchas iniciativas individuales de solidaridad con los cristianos y musulmanes que huyen del sur y de otras zonas afectadas. Sin embargo, esta solidaridad espontánea coexiste con sentimientos de desconfianza. La propaganda y la polarización política de los últimos años han alimentado las sospechas mutuas, y desencadenado ataques entre los distintos partidos, que se acusan mutuamente de 'traicionar a Líbano' y de ser un desastre para el país. La crisis económica también ha reducido la disposición a ayudar a los necesitados, lo que ha llevado a muchos a limitar su apoyo a miembros de su propia familia o grupo confesional».
(GV) (Agencia Fides 25/9/2024)


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