Latin Patriarchate of Jerusalem
Jerusalén (Agencia Fides) – El “diálogo es cada vez más difícil, lo único que podemos hacer es rezar”. Este es el sentido llamamiento que el Patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha dirigido a los cristianos de Tierra Santa en su tradicional mensaje con motivo de la solemnidad de la Asunción de María al Cielo. La guerra, que desde hace casi un año azota los Santos Lugares sembrando muerte y destrucción, no parece querer remitir. Al contrario, subraya el Patriarca, “el sufrimiento y la consternación parecen alimentarse una y otra vez del odio, del rencor y el desprecio que sólo aumentan la violencia y alejan la posibilidad de encontrar soluciones”.
Según el cardenal, “es cada vez más difícil imaginar una conclusión de este conflicto”, así como también resulta “difícil encontrar personas e instituciones con las que sea posible dialogar sobre el futuro y las relaciones serenas”. En Tierra Santa, todo parece “aplastado por este presente”, “caracterizado por tanta violencia y - hay que reconocerlo-, cólera”.
Sin embargo, advierte Pizzaballa, “estos días parecen importantes para lograr dar la vuelta al conflicto, y entre ellos de forma especial el 15 de agosto, que para nosotros es el día de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María al Cielo”. En esta jornada, la petición del Patriarca, “antes o después de la celebración de la Eucaristía o en otro momento oportuno, invito a todos a un momento de oración de intercesión por la paz a la Santísima Virgen Asunta al cielo”. “Espero que las parroquias, las comunidades religiosas contemplativas y apostólicas, e incluso los pocos peregrinos presentes entre nosotros, se unan en el deseo común de paz que confiamos a la Santísima Virgen”.
“Después de haber pronunciado tantas palabras y después de haber hecho todo lo posible para ayudar y estar cerca de todos, especialmente de los más afectados, sólo nos queda rezar. Ante las muchas palabras de odio, que se pronuncian con demasiada frecuencia, queremos ofrecer nuestra oración, que consiste en palabras de reconciliación y de paz. Recemos para que en esta larga noche que estamos viviendo, la intercesión de la Santísima Virgen María abra un resquicio de luz para todos nosotros y para el mundo entero", ha concluido el cardenal, adjuntando una oración escrita ad hoc para la ocasión, que reproducimos a continuación:
Súplica por la paz a Nuestra Señora Asunta al Cielo
Gloriosísima Madre de Dios
elevada sobre los coros de los ángeles
ruega por nosotros con San Miguel Arcángel
y con todas las potencias angélicas del cielo
y con todos los santos
a tu santísimo y amado Hijo, nuestro Señor y Maestro.
Consigue para esta Tierra Santa
para todos sus hijos
y para toda la humanidad
el don de la reconciliación y de la paz.
Que se cumpla tu profecía:
los soberbios sean dispersados,
los poderosos sean derribados de sus tronos,
los humildes sean elevados,
los hambrientos se sacien de bienes,
los pacíficos sean reconocidos como hijos de Dios
y los mansos reciban la tierra como un don.
Que Jesucristo, tu Hijo,
Aquel que hoy te ha exaltado
sobre los coros de los ángeles
que te ha coronado con la diadema del reino
y te ha colocado en el trono del esplendor eterno, nos conceda esto
A Él sea la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Amén.
(F.B.) (Agencia Fides 10/8/2024)