photo Latin Patriarchate of Jerusalem
Jerusalén (Agencia Fides) – En la Franja de Gaza, las «puertas del infierno» que el Gobierno israelí amenazaba con abrir ya se han abierto. Los sacerdotes y religiosas que permanecen en la ciudad no la abandonarán, sino que seguirán cuidando de sus compatriotas hasta el final. Así lo han afirmado hoy, martes 26 de agosto, el Patriarcado Latino y el Patriarcado Greco Ortodoxo de Jerusalén, dirigidos respectivamente por el Patriarca Cardenal Pierbattista Pizzaballa y el Patriarca Teófilo III.
«Las puertas del infierno se abrirán pronto», con esta elocuente declaración, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, comentó la decisión del Gobierno de iniciar la operación militar para tomar el control total de Gaza, donde aún permanecen cientos de miles de civiles.
«En el momento de la presente declaración», informa el texto difundido por los dos Patriarcados, «ya se han emitido órdenes de evacuación para varios barrios de la ciudad de Gaza. Siguen llegando noticias de intensos bombardeos. Se registran más destrucciones y muertes en una situación ya dramática antes del inicio de la operación. El anuncio del Gobierno israelí sobre la apertura de las ‘puertas del infierno’ se está cumpliendo como una trágica realidad. La experiencia de las pasadas campañas en Gaza, las intenciones declaradas por el Gobierno israelí con respecto a la operación en curso y las noticias que nos llegan desde el terreno demuestran que la operación no es solo una amenaza, sino una realidad que ya se está llevando a cabo».
En la declaración conjunta se recuerda que, desde el estallido de la guerra, el complejo greco-ortodoxo de San Porfirio y el latino de la Sagrada Familia se han convertido en refugio para cientos de civiles, en su mayoría ancianos, mujeres y niños.
«Entre los que han buscado refugio dentro de los muros de los complejos, muchos están debilitados y desnutridos debido a las dificultades de los últimos meses. Abandonar la ciudad de Gaza e intentar huir hacia el sur equivaldría a una sentencia de muerte. Por esta razón, los sacerdotes y las religiosas han decidido quedarse y seguir cuidando de todos los que se encuentren en los dos complejos».
La declaración recuerda que «no puede haber un futuro basado en el cautiverio, el desplazamiento de los palestinos o la venganza» y cita las palabras del papa León XIV a un grupo de refugiados de las islas Chagos: «Todos los pueblos, incluso los más pequeños y débiles, deben ser respetados por los poderosos en su identidad y derechos, especialmente el derecho a vivir en sus propias tierras; nadie puede obligarlos a un exilio forzoso».
La ofensiva terrestre del ejército israelí busca deportar a la población del norte de Gaza para proceder posteriormente a la ocupación y colonización de la zona.
La jornada de ayer estuvo marcada por la masacre del hospital Nasserdi Khan Yunis, único centro sanitario público en el sur de la Franja. Según el sitio de información Ambamed, el bombardeo se llevó a cabo mediante un doble ataque: la primera oleada de artillería fue seguida por una segunda cuando los equipos de rescate trabajaban. Murieron 20 personas, entre ellas seis periodistas, un médico y un grupo de enfermeros y voluntarios de protección civil.
«Estamos consternados por lo que está sucediendo en Gaza, y esto a pesar de la condena del mundo entero», porque «hay unanimidad por parte de todos en condenar lo que está sucediendo». Así se expresó ayer por la tarde el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, mientras se encontraba en Nápoles para la ceremonia de inauguración de la 75.ª Semana Litúrgica Nacional. «Es un sinsentido», añadió el cardenal respondiendo a las preguntas de los periodistas, observando que parece «no haber atisbos de solución» y «que la situación se complica cada vez más y, desde un punto de vista humanitario, se vuelve cada vez más precaria, con todas las consecuencias que vemos continuamente».
(GV) (Agencia Fides 26/8/2025)
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