Jartum (Agencia Fides) - Cinco meses de asedio y combates han llevado al borde del agotamiento a la población de El Fasher, capital de Darfur Norte, considerada el último reducto de las fuerzas armadas sudanesas en la región (véase Fides 5/5/2024), controlada casi en su totalidad por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR), rivales del general Mohamed Hamdan «Hemedti» Dagalo.
Más de un millón y medio de personas corren peligro en la ciudad asediada desde abril-mayo y en el cercano campo de refugiados de Zamzam, 15 km al sur de El Fasher, donde viven unos 260.000 niños y donde los índices de desnutrición están fuera de control.
Militares de una división de las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y milicianos de varios grupos armados locales opuestos a las RSF se han atrincherado en la ciudad. Se ha formado una coalición de fuerzas dispares unidas únicamente por su común oposición a la RSF, pero que hasta ahora han conseguido resistir a los hombres de Dagalo.
La semana pasada, la ciudad sufrió una violenta ofensiva de la RSF que fue rechazada a duras penas por los defensores, con numerosas bajas en ambos bandos, como atestiguan las fotos de satélite que muestran montículos de tierra excavados recientemente, probable indicio de fosas comunes.
Ante el deterioro de las condiciones humanitarias en El Fasher, la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (African Commission on Human and Peoples' Rights, organismo creado en 1987 por la entonces Organización de la Unión Africana, hoy Unión Africana) ha lanzado un llamamiento para que cesen los combates. «La Comisión Africana condena en términos inequívocos las atrocidades perpetradas contra civiles en el contexto de los continuos combates en El Fasher, que ponen en grave peligro a los cientos de miles de refugiados que se han refugiado en la ciudad», se lee en una declaración del 21 de septiembre. «La Comisión Africana insta a las partes en conflicto a poner fin a todos los actos de violencia contra civiles y a respetar plenamente los principios del derecho internacional humanitario».
Por su parte, el Foro de Organizaciones No Gubernamentales de Sudán ha lanzado un llamamiento ante la Asamblea General de la ONU para que la comunidad internacional intervenga para poner fin al conflicto sudanés, que estalló en abril de 2023. «Sudán está sufriendo una crisis alimentaria de proporciones históricas provocada por el hombre, causada en gran medida por las acciones y decisiones de las partes en conflicto, en violación del derecho internacional humanitario», afirman las ONG. «En agosto de 2024, más de 25 millones de personas en todo Sudán se están enfrentando a una grave inseguridad alimentaria y al menos 755.000 personas que padecen niveles catastróficos de hambre podrían morir en los próximos meses si la comunidad internacional no actúa de forma urgente y decisiva», afirman. Más de 10 millones de personas han huido de sus hogares desde que estalló el conflicto en abril de 2023, convirtiendo a Sudán en la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo, afectando a más de 5 millones de niños y a más de 2 millones de personas, que han cruzado las fronteras hacia los países vecinos. En algunos centros sanitarios se registran cinco muertes infantiles al día.
(L.M.) (Agencia Fides 26/9/2024)