Jartum (Agencia Fides) - Guerra sobre el terreno y guerra mediática. Como en todo conflicto contemporáneo también en El Fasher la propaganda y la desinformación crean una «niebla de guerra» en torno a lo que está sucediendo en la capital de Darfur Norte, último bastión de la región en manos de las SAF (Fuerzas Armadas Sudanesas), asediada desde hace meses por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), (véase Fides 26/9/2024).
Mientras que el ejército afirma haber derribado siete drones enemigos cerca de la ciudad y haber «destruido fuerzas enemigas» que intentaban penetrar en las líneas de defensa, las pocas fuentes independientes presentes afirman que las dos partes siguen intercambiando fuego de artillería, causando víctimas civiles. Las condiciones de los refugiados en el campo de Zamzam son especialmente graves, ya que, según Médicos Sin Fronteras, trece niños mueren cada día de desnutrición. A partir del análisis de fotos por satélite, el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale afirma que las RSF están avanzando sobre puntos clave de El Fasher en manos de las SAF y las milicias aliadas: el cuartel general del ejército en el centro de la ciudad, la cercana base aérea militar y la carretera que lleva del centro de la ciudad al campo de refugiados de Zamzam, más al sur.
En la ciudad de Al Hilaliya, en el estado de Gezira, en el centro-este de Sudán, asediada por milicianos de la RSF, la situación es trágica. Desde el comienzo del cerco, hace quince días, han muerto al menos 382 personas. Según fuentes locales, las RSF han envenenado los pozos que abastecen a la ciudad. Esta noticia no está confirmada por fuentes independientes y podría formar parte de esas operaciones de desinformación y propaganda llevadas a cabo por todas las partes en el conflicto.
Las acciones contra la población civil en el estado de Gezira son descritas en el informe presentado al Consejo de Seguridad de la ONU el 12 de noviembre por Rosemary DiCarlo, subsecretaria general de la ONU para Asuntos Políticos. En su informe, la diplomática estadounidense denuncia, aunque sin nombrarlos, a los Estados que siguen suministrando armas a las partes beligerantes. «Para decirlo sin rodeos, algunos supuestos aliados de las partes están permitiendo la matanza en Sudán. Esto es inaceptable, es ilegal y debe terminar», ha afirmado.
La guerra que estalló en abril de 2023 ha causado hasta ahora al menos 24.000 muertos, 11 millones de desplazados y refugiados, mientras que gran parte de la población se enfrenta a una grave escasez de alimentos o incluso a la inanición.
(L.M.) (Agencia Fides 14/11/2024