Jartum (Agencia Fides) - La caída de El-Fasher, capital de Darfur del Norte, en manos de los milicianos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (Rapid Support Forces, RSF) supone un punto de inflexión para las potencias que apoyan al Gobierno sudanés del general Abdel Fattah al-Burhan.
Egipto, en particular, ha reforzado su dispositivo militar en el sur, en la frontera con Sudán, y ha aumentado la ayuda logística ofrecida a las Fuerzas Armadas de Sudán (Sudan Armed Forces), que ahora se encuentran comprometidas en contrarrestar la ofensiva de las RSF en Kordofán (véase Fides 6/11/2025).
Precisamente en este estado estratégico para la defensa de la capital federal, Jartum, se ha creado un centro de mando conjunto sudanés-egipcio para dirigir las operaciones militares de las SAF.
Para Egipto, la toma de El-Fasher es una señal de alarma, ya que su caída divide Darfur, la vasta región occidental de Sudán, ahora bajo el control de las RSF, del resto del país, con el riesgo de una partición de Sudán. Otra posibilidad es que las RSF, a través de Kordofán, puedan volver a amenazar Jartum (evacuada por los milicianos en marzo, véase Fides 21/3/2025) y su ciudad gemela, Omdurman. También en este caso, el Gobierno de El Cairo quiere impedir que las RSF, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, representen un peligro para su frontera meridional.
Sobre todo porque, con la toma de El-Fasher, las RSF controlan ahora las rutas de contrabando hacia Libia y Chad, lo que aumenta los riesgos para la seguridad egipcia.
Junto a la acción egipcia está Turquía, cuyos drones armados se utilizan para atacar los convoyes de suministros que parten de Cirenaica y Chad con destino a los bastiones de las RSF en Darfur. Los suministros son proporcionados por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) a través de una cadena logística que hace escala aérea en Bosaso, en Puntlandia somalí (véase Fides 6/11/2025), para luego aterrizar en el sur de Libia o en el este de Chad y llegar por tierra al oeste de Sudán.
La guerra por poder que están librando las diferentes potencias de la zona en Sudán tiene consecuencias paradójicas. Egipto y los EAU son aliados en la lucha contra el islam político y la Hermandad Musulmana, que, por su parte, están protegidos por Turquía. Pero en el caso de Sudán, los EAU y Egipto están en bandos opuestos, mientras que El Cairo y Ankara colaboran en el apoyo al general al-Burhan, en cuyo Gobierno hay representantes del islam político.
Los conflictos que afectan a Sudán y Sudán del Sur serán el centro de los debates de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Católica de Sudán (SCBC, en la que participan los obispos de Sudán y Sudán del Sur), que se inaugurará oficialmente el 10 de noviembre en Malakal, Sudán del Sur, reunida en torno al tema «Paz, sanar las heridas y promover la unidad».
(L.M.) (Agencia Fides 7/11/2025)