Jartum (Agencia Fides) - «Me entristece conocer la reciente evolución de la ofensiva militar en El Fasher y Jartum, que ha tenido como objetivo viviendas civiles, hospitales y lugares de culto. El conflicto, que dura ya más de 17 meses, ha creado una catástrofe humanitaria que no se puede seguir ignorando», afirma Paul Swarbrick, Obispo de Lancaster, responsable para África de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales.
El obispo Swarbrick se pregunta por qué un conflicto tan sangriento como el de Sudán está siendo prácticamente ignorado por los medios de comunicación internacionales. «Es obvio que la tragedia de Sudán recibe menos atención en los medios de comunicación mundiales que otros conflictos en todo el mundo, a pesar de que la violencia y el sufrimiento son colosales», afirma el obispo de Lancaster. «Esto se debe quizá a que se considera menos probable que se extienda más allá de la región y afecte a la situación de seguridad mundial. Tal vez incluso se considere un 'lugar atrasado' a nivel mundial. Sin embargo, el sufrimiento de tantos millones de personas debería considerarse una tragedia global."
Según el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU, la guerra en curso desde abril de 2023 ha expulsado de sus hogares a más de 10 millones de personas. Aproximadamente 25 millones de sudaneses se encuentran en estado de malnutrición, de ellos 14 millones en estado de hambre aguda y 1,5 millones de ellos corren ahora riesgo de inanición o de morir de hambre.
Ante esta tragedia, Mons. Swarbrick recuerda que «la Iglesia siente algo más que una preocupación puramente humanitaria». "Por supuesto, debemos rezar y trabajar intensamente por la paz. La Iglesia existe sobre el terreno, en el corazón de esta tragedia sin fin. Ella hace presente a un Salvador amoroso que se niega a abandonar a los que más sufren y trae una esperanza de curación que los poderes mundiales por sí solos no pueden dar. El sufrimiento de Cristo nunca es en vano. Nunca pierde de vista a los más necesitados».
Por eso, el Obispo invita a los fieles a rezar y a difundir la noticia sobre el drama de Sudán: «Pido a todos que recen por Sudán, para que las partes enfrentadas depongan las armas y den prioridad a la paz, de modo que la ayuda humanitaria pueda llegar a quienes la necesitan desesperadamente. Uniéndonos en la oración y sensibilizando a nuestras comunidades y a las autoridades políticas sobre la guerra en Sudán, todos podemos poner nuestro granito de arena para ayudar, para devolver la esperanza a los que en este momento están soportando penurias inimaginables».
(L.M.) (Agencia Fides 17/10/2024)