Yangon (Agencia Fides) - «Hoy recordamos a nuestra nación y rezamos por la paz en la Adoración del primer viernes de mes. Encomendamos Myanmar, que desde hace tiempo sufre mucho, a la Virgen María, a su Corazón materno e Inmaculado», dice a la Agencia Fides el p. Terence Anthony, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, en la parte sur de la archidiócesis de Yangon. «Estamos profundamente agradecidos al Papa Francisco que no deja de recordarnos en sus oraciones, y en sus repetidos llamamientos no deja de recordar a la comunidad internacional nuestra problemática situación. Cada día recitamos juntos la oración del Papa por la paz», afirma.
Los fieles birmanos están dedicando el tiempo de Adviento a la oración por la paz. En particular, la fiesta de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, es muy sentida en Yangon, ya que la Inmaculada Concepción es la patrona de la archidiócesis y la catedral de Yangon está dedicada a ella. «Todos los fieles de las diversas parroquias de la archidiócesis están celebrando la Novena a la Inmaculada Concepción con profunda devoción, rezando intensamente por la paz. En nuestra zona, en particular, no se siente la furia de la guerra civil, pero sí sus efectos: el costo de la vida es muy alto y hay mucha pobreza. En muchas otras partes del país, sin embargo, el conflicto continúa, y muchos de nuestros amigos y fieles ni siquiera pueden asistir a la iglesia o están desplazados por la guerra. Estamos muy cerca de ellos, estamos en comunión de oración con todos los que sufren en cuerpo y espíritu», afirma.
La comunidad diocesana -informa el P. Terence-, se reunirá el 8 de diciembre en la catedral de Yangon para una celebración solemne en la que obispos, sacerdotes, consagrados y fieles renovarán el acto de entrega a la Virgen María: «La invocamos hoy como Madre de esperanza, misericordia y reconciliación. Ella cura todas las heridas. Nos ponemos de nuevo bajo su protección. Como nación y como pueblo, afrontamos desafíos, desgarros, desplazamientos, violencia y dolor. Estamos a los pies de la Virgen para buscar misericordia y curación. Ella conoce nuestro dolor. Ella, que estuvo al pie de la Cruz y sufrió por su Hijo herido, conoce nuestras heridas. Le pedimos que sostenga a nuestro pueblo en sus brazos y nos cure a todos, traiga consuelo, dé paz a esta tierra».
(PA) (Agencia Fides 6/12/2024)