ASIA/FILIPINAS - Las parroquias acogen a los desplazados por el tifón Kristine

jueves, 24 octubre 2024 desplazados   desastres naturales   cáritas  

Caritas Philippines

Naga (Agencia Fides) - Más de 25 parroquias e instituciones eclesiásticas, como la Basílica de Nuestra Señora de Peñafrancia y la Universidad Ateneo de Naga, dirigida por los padres jesuitas, de la archidiócesis de Cáceres, han abierto sus puertas y están funcionando como centros de evacuación temporal para los evacuados y las familias afectadas por los efectos del tifón Kristine (nombre internacional: Trami) que está azotando el noreste de Filipinas. Las inundaciones y desprendimientos de tierra causados por la tormenta tropical que comenzó ayer, 23 de octubre, han dejado al menos 24 muertos en la región de Bilcol, mientras miles de personas siguen atrapadas en los pueblos. El gobierno ha cerrado escuelas y oficinas en toda la isla de Luzón para proteger a la población.

El «Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Catástrofes» ha informado de que unas 78.000 familias de 14 provincias se han visto afectadas por los devastadores efectos del tifón, tras lo cual se han activado inmediatamente los esfuerzos solidarios de instituciones, ONG e Iglesia. Según informa Cáritas Filipinas, las diócesis católicas de los territorios afectados han activado equipos de voluntarios para evaluar el alcance de los daños y establecer las respuestas adecuadas. «Nuestra prioridad es garantizar la asistencia lo más rápidamente posible a los más necesitados y vulnerables», afirma Mons. Colin Bagaforo, Presidente de Caritas Filipinas, señalando que las estructuras de las Iglesias locales se han puesto a disposición para acoger a los refugiados, en un compromiso de generosidad y pronta solidaridad.

La archidiócesis de Cáceres ha hecho un llamamiento público a parroquias, colegios e instalaciones que puedan habilitar temporalmente espacios para los evacuados. En la diócesis de Legazpi, varias iglesias parroquiales se han visto afectadas por las aguas, pero, a pesar de las inundaciones, han abierto las puertas de sus centros pastorales que aún siguen siendo accesibles: La iglesia parroquial de Polangui, por ejemplo, aunque afectada, alberga a casi 300 personas, los desplazados más vulnerables, como mujeres embarazadas y lactantes con sus hijos, enfermos y ancianos. Algunos de ellos también están alojados en la residencia del párroco.
Cáritas Filipinas ha lanzado una campaña nacional de ayuda y recaudación de fondos para suministrar artículos de primera necesidad y ayuda humanitaria a los desplazados.
(PA (Agencia Fides 24/10/2024)


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