OFM Cap Sibolga
Sibolga (Agencia Fides) – “Lo peor ha pasado, pero la emergencia continúa. Las inundaciones y los deslizamientos de tierra han arrasado aldeas enteras. Hay muchas personas sin hogar. Ahora los equipos de rescate están intentando llegar a los desplazados: para algunos es posible, para otros no, porque las zonas siguen aisladas”, relata a la Agencia Fides el fraile Yoseph Norbert Sinaga, padre provincial de la Provincia de los Frailes Capuchinos en Sibolga, en el norte de la isla indonesia de Sumatra.
En la zona, el ciclón tropical Senyar ha provocado lluvias torrenciales, inundaciones y desprendimientos de tierra, dejando numerosos muertos y desaparecidos, 1,5 millones de personas afectadas y más de 570 mil desplazados.
Los Frailes Capuchinos de Sibolga se han movilizado, ayudando a evacuar a las personas, proporcionando ayuda y acompañando a los desplazados en el territorio de la diócesis de Sibolga. Fray Sinaga cuenta: “Ahora sufrimos por la falta de agua y electricidad, pero sobre todo la ausencia de agua potable es un problema grave. Incluso nosotros, en los conventos, no tenemos agua y debemos recogerla de manantiales en el bosque”. “Hay miles de personas en el territorio de Sibolga que lo han perdido todo, están sin casa. Pronto habrá que ayudarles a retomar una vida normal, empezando por reconstruir sus hogares”, señala el fraile.
Los Capuchinos son una presencia importante en la zona: la fraternidad franciscana se estableció allí hace más de 100 años. Hoy, entre unos 65 profesos y más de 30 novicios, cerca de un centenar de frailes franciscanos testimonian y llevan el carisma de San Francisco de Asís en un territorio donde, de 3 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes, se cuentan 200 mil católicos.
Con este espíritu, los frailes han abierto las puertas del convento y acogen a más de 200 desplazados en el Noviciado: “Son familias, niños, ancianos; viven con nosotros, y los hermanos tratan de ofrecer no solo alimento para el cuerpo, sino también consuelo moral y espiritual. Los jóvenes frailes, por ejemplo, juegan con los niños, creando un clima de fraternidad y alegría incluso en esta situación de precariedad y sufrimiento. No sabemos cuánto tiempo permanecerán con nosotros, pero confiamos en la providencia”, explica.
“Ahora nuestros hermanos y hermanas necesitan ayuda inmediata. Luego también intentaremos colaborar en la reconstrucción de sus casas”, concluye.
Los frailes de Sibolga han lanzado un llamamiento de solidaridad a todas las comunidades franciscanas de Indonesia, religiosos, religiosas y laicos, que están respondiendo con cercanía y prontitud.
(PA) (Agencia Fides 3/12/2025)