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Roma (Agencia Fides) – El Papa Francisco durante la audiencia general de hoy, miércoles 22 de noviembre, continuando el ciclo de catequesis dedicado a la pasión del anuncio del Evangelio y al celo apostólico ha remarcado que Dios elige uno “para amar a todos”. El cristianismo “no es un grupito de elegidos de primera clase”. Y la llamada del Señor no puede sentirse como un privilegio vivido de manera egoísta: y los que han recibido el don de la fe están llamados a proclamar que “Cristo ha nacido, muerto y resucitado por todos. Por todos, nadie excluido”. De este modo, ha subrayado el Pontífice, la dinámica de predilección que Cristo ha utilizado en su obra de salvación y ha recordado la misión universal encomendada a la Iglesia. Esta última, está llamada a testimoniar al mundo que “el anuncio cristiano es alegría para todos”.
“Cuando encontramos verdaderamente al Señor Jesús” ha dicho el Pontífice dirigiéndose a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro “el estupor de este encuentro impregna nuestra vida y pide ser llevado más allá de nosotros. Él desea esto, que su Evangelio sea para todos”. Por eso “todos”, ha continuado el Obispo de Roma, citando un pasaje de la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium “tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino ‘por atracción’”.
Siguiendo el deseo de Jesús, los cristianos - ha continuado el Pontífice, citando el Evangelio de Lucas - se reúnen “en el atrio más que en la sacristía, y van por ‘las plazas y calles de la ciudad’”. Los cristianos están llamados a ser “extrovertidos, y este carácter suyo proviene de Jesús, que ha hecho de su presencia en el mundo un camino continuo, dirigido a alcanzar a todos, incluso aprendiendo de ciertos encuentros suyos”.
A este respecto el Pontífice ha citado el encuentro entre Jesús y la mujer cananea que le suplicaba que curara a su hija enferma, relatado en el Evangelio de Mateo. Al principio -relata el Evangelio- Jesús se niega, diciendo que ha sido enviado sólo “a las ovejas perdidas de la casa de Israel” y que “no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perros”. Pero ante la insistencia de la mujer “(los perros) comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos” Jesús “queda impresionado” por la fe de la mujer cananea y accede a su petición. “Este encuentro con esta mujer -ha comentado el Papa Francisco- tiene algo único. No solo alguien hace cambiar de idea a Jesús, y se trata de una mujer, extranjera y pagana; sino que el Señor mismo encuentra confirmación al hecho de que su predicación no debe limitarse al pueblo al que pertenece, sino abrirse a todos”.
Luego el Pontífice ha añadido que “la Biblia nos muestra que cuando Dios llama a una persona y hace un pacto con algunos el criterio siempre es este: elige a alguno para alcanzar a otros”. Todos los amigos del Señor “han experimentado la belleza, pero también la responsabilidad y el peso de ser ‘elegidos’ por Él. Y todos han sentido el desánimo ante las propias debilidades o la pérdida de sus seguridades. Pero la tentación quizá más grande es la de considerar la llamada recibida como un privilegio”.
La llamada de Cristo - ha insistido el Sucesor de Pedro “no es un privilegio, nunca. Nosotros no podemos decir que somos privilegiados en relación con los otros, no. La llamada es para un servicio. Y Dios elige uno para amar a todos, para llegar a todos”. Y esta dinámica también ayuda a “prevenir la tentación de identificar el cristianismo con una cultura, con una etnia, con un sistema”, y preservar y reafirmar la “naturaleza verdaderamente católica, es decir para todos, universal” del anuncio cristiano. El cristianismo - ha concluido el Papa Francisco “no es un grupito de elegidos de primera clase. No lo olvidemos: Dios elige a alguien para amar a todos. Este horizonte de universalidad. El Evangelio no es solo para mí, es para todos, no lo olvidemos”.
(GV) (Agencia Fides 22/11/2023)
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