ASIA/TURQUÍA - Diyarbakir, la mayor iglesia armenia de Oriente Medio reabre tras la ocupación militar y las reformas

lunes, 9 mayo 2022 oriente medio   iglesias orientales   iglesias locales   minorías religiosas   geopolítica   genocidio armenio  

Diyarbakir (Agencia Fides) - La iglesia armenia dedicada a San Ciríaco (Surp Giragos) reabre finalmente al culto en la ciudad turca de Diyarbakir: Y el acontecimiento es también una oportunidad para verificar el estado de las relaciones entre los dirigentes políticos turcos y la comunidad apostólica armenia, la más numerosa entre las pequeñas comunidades cristianas presentes en la actual Turquía.
La iglesia de San Ciríaco no se reabrió al culto hasta 2012, tras décadas de abandono. Poco después de su renacimiento, el lugar de culto cristiano volvió a ser arrebatado a la comunidad armenia local, como consecuencia de los nuevos enfrentamientos entre el ejército turco y los grupos paramilitares independentistas kurdos vinculados al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). En el conflicto intermitente entre el ejército turco y las milicias kurdas, lo que ocurrió en julio de 2015 representó la temporada más sangrienta registrada en las últimas dos décadas. En marzo de 2016, según informó la Agencia Fides (véase Fides 30/3/2016), en el contexto de las operaciones militares puestas en marcha en el sur de Turquía contra las posiciones kurdas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el gobierno turco había ordenado la expropiación de la iglesia de San Ciriaco y de todas las iglesias de la metrópolis que se encuentra en la orilla del río Tigris. La disposición de expropiación del gobierno fue publicada en la Gazeta Oficial del Consejo de Ministros, y vio involucradas 5 iglesias de Diyarbakir, además de más de 6 mil viviendas, ubicadas en su mayoría en el casco antiguo. Durante el conflicto, la iglesia sufrió daños y algunos objetos fueron robados.
A la reapertura oficial de la iglesia, en la tarde del sábado 7 de mayo, han asistido varias autoridades eclesiásticas y políticas nacionales y locales, entre ellas el Patriarca Armenio de Constantinopla, Sahak II Mashalyan –que ha celebrado la divina liturgia en la iglesia reabierta el domingo 8 de mayo- y el Ministro turco de Cultura y Turismo, Mehmet Nuri Ersoy. En su discurso, el ministro Ersoy ha destacado que en Diyarbakir “coexisten en paz diferentes culturas y confesiones” y las distintas comunidades ejercen libremente las prácticas y devociones relacionadas con su propia fe. El ministro ha expresado su deseo de que los lugares de culto “sean en toda Anatolia un signo de respeto y hermandad entre nosotros”, subrayando la importancia de su protección y conservación. Declarando que compare la alegría de la comunidad armenia, el político turco ha recordado la importancia histórica del lugar sagrado reabierto al culto: “Sabemos lo importante que es este edificio no sólo para nuestros ciudadanos en la ciudad, sino también para el patrimonio cultural del mundo. Reabre la mayor iglesia armenia de Oriente Medio. Creo que estas restauraciones, que han costado unos 32 millones de liras turcas, son una obra muy significativa para la protección del patrimonio cultural”. El Patriarca armenio Sahak II también ha confirmado en su discurso que la restauración de la iglesia y su reapertura al culto sólo han sido posibles gracias a los fondos facilitados por el gobierno de Ankara. “No cabe duda - ha añadido el Patriarca - de que esta inauguración representa un día de celebración para los armenios de Diyarbakir. Incluso ante el descenso numérico de la presencia cristiana en Diyarbakir, la apertura de esta iglesia puede representar un salvavidas. Y contiene un importante y significativo mensaje de amistad para mejorar las relaciones entre Turquía y Armenia”.
La iglesia armenia de San Ciríaco fue construida en el siglo XIV d.C. Fue el lugar de culto más importante para la comunidad armenia del sur de la península de Anatolia hasta 1915, cuando los armenios de esa región también se vieron involucrados en las deportaciones y masacres del llamado Genocidio Armenio. La iglesia, que fue utilizada como cuartel militar durante la Primera Guerra Mundial, funcionó después como almacén, y luego permaneció en estado de abandono hasta su "renacimiento" temporal en 2012.
A principios de mayo, en la provincia septentrional turca de Trabzon, el histórico monasterio de Sumela volvió a abrirse a las visitas, tras otro exigente proyecto de conservación llevado a cabo para proteger el complejo monástico del riesgo de desprendimientos. En los últimos meses (véase Fides 10/2/2022), el antiguo monasterio ha servido de escenario para un clip de música electrónica en el que participa un equipo de treinta personas entre coreógrafos, músicos, DJs y bailarines. El episodio, en el que el antiguo monasterio se transformó en una especie de discoteca de música electrónica, causó controversia y llevó a la apertura de una investigación por parte del Ministerio de Cultura y Turismo turco para determinar la responsabilidad política del abuso, que supuestamente se cometió sin autorización del propio departamento gubernamental.
El monasterio de Sumela es un lugar muy querido por los cristianos ortodoxos. Según una antigua tradición - explican las guías de lugares y recuerdos cristianos de la península de Anatolia - el monasterio (ahora llamado Meryemana Manastırı, es decir, el Monasterio de la Madre María) fue fundado por los monjes griegos Bernabé y Sofronio, que llegaron allí en el año 385 d.C., en tiempos del emperador Teodosio I, siguiendo las instrucciones recibidas durante una aparición de la Virgen María.
La ubicación y las fortificaciones construidas a lo largo del tiempo hicieron que el monasterio fuera inviolable durante siglos. En el año 532, a su regreso de una de sus campañas contra los persas, el emperador bizantino Justiniano donó al monasterio una urna de plata para guardar las reliquias de San Bernabé. El monasterio siguió siendo un asentamiento de la vida monástica cristiana incluso durante el Imperio Otomano, hasta los últimos acontecimientos de la Primera Guerra Mundial y la Guerra Greco-Turca: los monjes no abandonaron el monasterio definitivamente hasta 1923. Tras décadas de saqueo y abandono, las autoridades turcas iniciaron en la década de 1990 las obras de restauración para proteger el lugar como complejo arqueológico-monumental de importancia cultural, y sólo en contadas ocasiones concedieron permiso para celebrar liturgias en el lugar caro a la tradición monástica bizantina.
(GV) (Agencia Fides 9/5/2022).


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