Madrid (Agencia Fides) - En la mañana del 16 de noviembre de 1989, en plena guerra civil salvadoreña, seis sacerdotes jesuitas, profesores universitarios y dos oficinistas fueron asesinados en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador. La noticia tuvo inmediata repercusión internacional, porque además de la barbarie, entre los sacerdotes asesinados se encontraba un conocido intelectual, Ignacio Ellacuría.
La posición de los jesuitas de la UCA fue crucial para negociar un acuerdo de paz y poner fin a una década de sangriento conflicto. El gobierno acusó inmediatamente a la guerrilla de la FMLN, pero un testigo presencial desmintió la versión oficial. Se llama Lucía Barrera de Cerna y trabajaba como limpiadora en la UCA. Esa noche vio a los verdaderos asesinos: el ejército. Su testimonio será la clave para esclarecer la verdad y hacer justicia, pero también cambiará su vida y la de su familia para siempre. Treinta años después, en 2020 la Audiencia Nacional de Madrid ha condenado a 133 años y ocho de cárcel al ex coronel Inocente Orlando Montano Morales, como uno de los mandantes de la masacre cometida por las Fuerzas Armadas salvadoreñas en el campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), (véase Fides 12/9/2020).
“Llegaron de noche” es el título de la nueva película de Imanol Uribe sobre la masacre de los Jesuitas, basado en la historia real de la única testigo del crimen de los jesuitas, Lucia, que llegará a los cines el próximo 25 de marzo. Rodada entre España y Colombia, como señala la nota de los Jesuitas llegada a la Agencia Fides, la película recoge los acontecimientos que sobrecogieron a toda una generación, y, más allá de su trasfondo político y social, es una historia de personajes, de su lucha por la verdad y la justicia en un país en guerra y de su afán por superar ese momento de horror.
El guion cuenta con el visto bueno de la Compañía de Jesús, que ha asesorado en los últimos meses a los productores. “Tomamos la idea de Uribe de hacer esta película con una gran ilusión – subraya el Superior provincial de los Jesuitas de España, Antonio España -. Lo importante del proyecto es que nos invita a tener memoria. A no caer en el olvido de lo que ocurrió en 1989 y de lo que ha estado ocurriendo en muchos lugares de Latinoamérica y Centroamérica que es la vivencia persistente de la injusticia y la violencia y que todavía hoy, la Compañía de Jesús trata de responder a través de las instituciones que tiene en esos países”.
(SL) (Agencia Fides 27/01/2022)