Daca (Agencia Fides) - Es urgente afrontar la crisis relacionada con la presencia y el futuro de los refugiados rohingya. Es la petición dirigida por los principales líderes de la Iglesia católica en Asia al Ministro del Interior de Bangladesh, Asaduzzaman Khan. Entre los líderes que hacen esta petición se encuentran el cardenal Patrick D'Rozario, arzobispo de Daca; cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, presidente de Caritas Internationalis y arzobispo de Manila; el cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon y presidente de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas (FABC). Todos ellos aseguraron que estaban dispuestos apoyar a las instituciones a políticas y sociales para que mejore la situación de estas personas en campos de refugiados como el de Cox Bazar. Varios de estos representantes visitaron las instalaciones del campo. El ministro Asaduzzaman ha pedido ayuda a estos exponentes cristianos para movilizar a la opinión global con el fin de resolver esta crisis humanitaria.
El cardenal Bo dijo después de su visita a Cox Bazar aseguró: “Bangladesh y Myanmar son las nuevas áreas del éxodo del siglo XXI. Nuestro camino de fe requiere que acompañemos a nuestros hermanos y hermanas que migran, voluntaria o forzosamente”. El cardenal habló con compasión del más de un millón de rohingyas que huyeron a través de la frontera con Bangladesh desde Myanmar y viven en campos de refugiados a lo largo de la frontera entre los dos países: “Estamos aquí como sus hermanos.Tenemos un profundo sentido de amistad y empatía. En Myanmar, miles de desplazados internos que aún tienen que regresar a sus hogares. Muchos son trabajadores migrantes en toda Asia. Como vecinos, Myanmar y Bangladesh, no solo compartimos fronteras, sino que también compartimos nuestras tragedias. Estamos tristes juntos pero también esperamos juntos un mundo sin guerra ni desplazamientos
Desde 2017, los rohingya, una minoría étnica de fe musulmana ubicada en el estado birmano de Arakan, han sufrido la violencia del ejército birmano mientras el gobierno los considera “inmigrantes ilegales” de Bangladesh y les niega la ciudadanía y otros derechos elementales. La violencia contra los rohingya, que huyeron de Myanmar a Bangladesh, preocupa a las Naciones Unidas, la comunidad internacional y las comunidades cristianas en Asia.
(SD-PA) (Agencia Fides 9/8/2019)