Dhaka (Agencia Fides) - «He recibido un regalo de la comunidad católica. Estoy agradecida por ello. Lo compartiré en Navidad con mis nietos», dice Maria Gomes, viuda de 65 años, una de las beneficiarias de la Conferencia del Santo Rosario de la Sociedad de San Vicente de Paúl, en la parroquia de Tejgaon, Dhaka. Maria perdió a su marido y a un hijo, y ahora vive con sus nueras y nietos en un barrio marginal de Dhaka. En el paquete de regalo que ha recibido, hay una suma de dinero, un pastel y 1 kg de arroz. Otro beneficiario, Raphael Biswas, quien también vive en una barriada del casco antiguo de Dhaka, expresa su gratitud: «Soy diabético y no puedo realizar trabajos pesados debido a mi estado físico. Agradezco a los católicos de Tejgaon su generosa ayuda esta Navidad. Que Dios Todopoderoso les bendiga».
Como ellos, muchos otros necesitados han recibido ayuda solidaria durante el Adviento. La Sociedad de San Vicente de Paúl apoya a numerosas familias en sus necesidades materiales básicas. La organización recauda fondos entre los católicos locales y distribuye ayuda a los necesitados. Antes del Adviento, la Sociedad promovió una campaña de solidaridad y muchos católicos respondieron generosamente. Este esfuerzo pone de relieve el espíritu de generosidad y compasión de la comunidad católica de Dhaka, que, mientras se prepara para celebrar el nacimiento de Cristo, da esperanza y alegría a las familias marginadas.
«Los fieles de Bangladesh se preparan para acoger al Señor Jesús con gestos de compasión y caridad. Como parte de esta preparación, estamos recogiendo ropa y contribuciones en metálico para ir al encuentro de los más pobres, que son muchos», afirma Bruno Dias, presidente de la Conferencia del Santo Rosario de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Dias subraya que las dificultades financieras no obstaculizan las iniciativas. «Las superamos gracias a la providencia de Dios, a las personas caritativas y a las organizaciones que se acercan para apoyarnos», comenta. «Comprometernos en esta misión de misericordia y solidaridad nos trae paz y alegría, esa alegría que reside en dar».
Elizabeth Rozario, una de las voluntarias añade que todo esto da un significado más profundo al tiempo de Adviento. «Jesucristo viene para toda la humanidad. Estamos dispuestos a acogerle -dice-. Durante el Adviento, compartir los propios recursos con los necesitados es una fuente de felicidad». Elizabeth es una de las personas que han donado ropa de invierno a cristianos necesitados que no disponen de ropa adecuada para la temporada fría.
La misión de la Sociedad de San Vicente de Paúl es acompañar la vida espiritual de sus miembros en el testimonio de la fe en Cristo, compartiendo el amor fraterno con los que sufren o están en la pobreza. La organización ayuda a personas de todos los credos, etnias y orígenes.
El padre Joyanto Sylvester Gomes, párroco de Tejgaon, elogia las iniciativas de la Sociedad de San Vicente de Paúl, que también ha donado 10.000 takas (unos 100 euros) a la parroquia para ayudar a los necesitados. «En mi parroquia, la gente participa activamente en iniciativas caritativas cuando se le pide. Esto es muy positivo y espero que continúe en el futuro», afirma. Los voluntarios de la Sociedad de San Vicente de Paúl «realizan una importante labor ayudando a los necesitados de la parroquia. Se ocupan de ellos y les doy las gracias en nombre de la comunidad parroquial», añade.
Junto a la caridad operante, entre los católicos de Bangladesh no falta la preparación espiritual. Por eso, los fieles se acercan al sacramento de la confesión y en las iglesias se forman largas listas de espera ante los confesionarios. «Para mi vida espiritual, creo que es esencial confesarme antes de Navidad, y así lo he hecho», afirma Tanmoy Cruze, un creyente de 35 años de Dhaka.
(FC-PA) (Agencia Fides 20/12/2024)