Bangkok (Agencia Fides) - Cuando Jesús miró a Zaqueo y le dijo que iría a su casa, eligió como compañero «no al más puro, ni al más recto, ni al intachable, ni al que le haría más agradable a la gente». También las Iglesias católicas de Asia, a imitación de Cristo, están llamadas hoy por el Señor a continuar su camino «con los pobres y los marginados, los refugiados, los emigrantes, los desplazados y los indígenas, la tierra herida y explotada, los jóvenes, las mujeres y las familias». Este es el camino futuro de las estructuras eclesiales asiáticas prefigurado por el cardenal Luis Antonio Tagle, en la homilía de la Concelebración Eucarística que presidió el domingo 30 de octubre en Bangkok, al concluir la 50ª Asamblea General de la Federación de Obispos Católicos de Asia (FABC) (véase Fides 11 y 25/10/2022). «Caminaremos juntos», ha añadido el cardenal filipino, «mientras enfrentamos juntos el rechazo, el extremismo, las amenazas a la vida, la violencia, los conflictos, la ambivalencia de la revolución digital y las religiones y culturas vecinas».
El cardenal Tagle, que ha intervenido en los últimos días de la Asamblea de la FABC como enviado especial del Papa Francisco, se ha referido a lo largo de su homilía al encuentro entre Jesús y Zaqueo -narrado por la lectura del Evangelio del día- como figura e imagen del "viaje" al que están llamadas las comunidades católicas en el vasto continente asiático.
Zaqueo, que se subió al sicomoro para ver a Jesús al pasar – ha recordado el cardenal -, era «un jefe de recaudación de impuestos, considerado un traidor a su pueblo por colaborar con las fuerzas de ocupación. Zaqueo es alguien con quien nadie quiere viajar. Arruinarías tu nombre caminando con Zaqueo. Pero hay un buen punto en su corazón. Quiere ver a Jesús».
Entonces ocurre lo inesperado: Jesús, al pasar, mira a Zaqueo y le ordena que baje y que camine con él hasta su casa. «Jesús –ha continuado explicando el cardenal Tagle- entrará en su casa, en su corazón, en sus heridas, en sus vergüenzas, y llevará todo esto a su camino común». Del mismo modo –ha añadido el cardenal- «Dios quiere que caminemos con los que pueden ser diferentes a nosotros, con los que se esconden de los demás, los aislados, los sin amigos, los despreciados, los invisibles, los de los callejones oscuros y los barrios bajos, los que cruzan montañas, ríos y colinas en la oscuridad de la noche para que nadie los vea, y también los que se esconden detrás de altos cargos políticos, financieros y militares».
Para concluir el cardenal ha preguntado: «¿Qué tipo de camino será éste? ¿Cuál es su destino? Con Jesús será un viaje de misericordia y compasión, no de condena; de paciencia, no de destrucción». En el camino, Jesús «ha prometido que estará con nosotros hasta el final de los tiempos. Nunca estaremos solos en nuestro viaje. Él es el Emmanuel, Dios con nosotros, para siempre. Caminamos con Él. Y como Jesús, caminamos unos con otros y con los pueblos de Asia».
La Asamblea de la FABC, que celebra los 50 años de la fundación del organismo eclesiástico, había comenzado el 12 de octubre. La asamblea ha concluido con la misa final celebrada por el cardenal Tagle y la publicación de un mensaje que sugiere "nuevos caminos" para la pastoral en el continente.
(Agencia Fides 31/10/2022)