ÁFRICA/RD CONGO - “La de Kivu del Norte es una crisis no solo ignorada, sino tolerada”, afirma el coordinador humanitario de la ONU en la República Democrática del Congo

lunes, 19 agosto 2024 onu   masacres   grupos armados  

Kinshasa (Agencia Fides) – “Seis trabajadores humanitarios han sido asesinados y 11 secuestrados entre enero y junio de este año, con más de 200 incidentes directamente orquestados contra los trabajadores humanitarios sobre el terreno”, afirma Bruno Lemarquis, representante especial adjunto de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática República del Congo (MONUSCO) y Coordinador Residente Humanitario de la ONU en la República Democrática del Congo. Se refiere a la situación en Kivu del Norte, en el este del país.

Con motivo del Día Mundial de la Ayuda Humanitaria que se celebra hoy, 19 de agosto, Lemarquis recordó la tragedia que vive esta zona de la República Democrática del Congo, (sometida a masacres, desplazamientos forzados de millones de personas y asesinatos del personal humanitario) que pareciera importar poco o nada la comunidad internacional. “A pesar de la gravedad de las masacres y del sufrimiento de la población local, el mundo no está lo suficientemente indignado por esta situación catastrófica”, lamenta. “La ausencia de indignación colectiva, esta tolerancia, pone profundamente en duda nuestra humanidad y nuestra capacidad para prevenir y actuar contra la violencia sistemática que diezma vidas inocentes. Por eso, considero que esta crisis no solo es una de las más desatendidas del mundo, sino también una de las más toleradas”.

Una crisis que sigue provocando el éxodo de cientos de miles de personas. “En el primer semestre de 2024, en la RDC había aproximadamente 7,3 millones de personas desplazadas. Supone más de 400.000 nuevos desplazados a partir de diciembre de 2023”, afirma el coordinador humanitario de la ONU.

Según Lemarquis, las más afectadas son mujeres, jóvenes y niñas sometidas a torturas y violencia sexual, en el marco de una estrategia de guerra verdaderamente criminal para obligar a las poblaciones locales a huir de sus pueblos (ver Fides 29/10/2007).

En este contexto, enfermedades infecciosas como el cólera, el sarampión y la viruela del mono se propagan fácil y rápidamente. Por último, según Lemarquis, solo un dato resume la indiferencia de la comunidad internacional ante la tragedia del este del Congo: “El plan de respuesta humanitaria para 2024 solo está financiado en un 35%, lo que significa que cientos de miles de personas vulnerables se van a quedar sin ninguna asistencia”.

En Kivu del Norte, el principal conflicto se libra entre el ejército congoleño, apoyado por algunas milicias de “autodefensa”, y el movimiento M23, apoyado a su vez por la vecina Ruanda. Pero en esta provincia, así como en las vecinas de Kivu del Sur e Ituri, operan varios centenares de formaciones armadas, entre ellas una yihadista, las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, ver Fides 24/6/2023). Más allá de los conflictos étnicos y tribales, existen razones políticas y económicas que alimentan la inestabilidad del este de la República Democrática del Congo, como la explotación de las inmensas riquezas naturales de la zona, desde la madera hasta el coltán, el oro o el estaño, por parte de todas las facciones en guerra (ver Fides 26/1/2023 y Fides 1/2/2023). (L.M.)
(Agencia Fides 19/8/2024)


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