Bamako (Agencia Fides) - El pasado 27 de julio un convoy mixto formado por soldados del ejército maliense y hombres del socio militar privado ruso Wagner sufrió una serie de ataques en el noroeste de Malí. El convoy terminó en una emboscada cerca de Tinzaouaten, en la frontera con Argelia, de los guerrilleros del CSP (Cadre Stratégique Permanente), quienes provocaron numerosas pérdidas a las milicias ruso-malienses. Los supervivientes se retiraron hacia un valle controlado por grupos yihadistas, en concreto, por el JNIM (Jama'at Nasr al-Islam wal-Muslimin, Grupo de Apoyo al Islam y a los musulmanes). Estos últimos, a su vez, atacaron al ejército maliense y a sus colaboradores rusos, causándoles más pérdidas.
La información desde la zona llega con cuentagotas, pero las fuentes afirman que los rusos perdieron entre 50 y 80 hombres, mientras que el CSP asegura haber capturado a algunos oficiales de la Wagner, incluido uno de los responsables de las acciones de propaganda. Lo que hace que el episodio sea aún más complejo es la declaración de la parte ucraniana de que los servicios secretos militares de Kiev proporcionaron ayuda al CSP para tender una emboscada a los mercenarios de la Wagner, replicando lo que se hizo en Sudán, que se encuentra en medio de una guerra civil desde 2023 entre el ejército regular del general Abdel Fattah al-Burhan y las milicias paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (unos 100.000 hombres) dirigidas por Mohamed Hamdan “Hemedti” Dagalo. Estos últimos se apoyan en milicianos de la Wagner. En algunos vídeos en Internet se puede ver a soldados de las fuerzas especiales ucranianas golpeando a mercenarios rusos en Jartum.
Del lado maliense la situación es aún más complicada. El CSP, también conocido como Cadre stratégique pour la Défense du Peuple de l'Azawad (CSP-DPA), por ejemplo, reúne a varios grupos de independentistas tuareg que reivindican la independencia del norte de Malí. Algunos de ellos se oponen a los movimientos yihadistas, mientras que otros buscan el diálogo con ellos. Entre los grupos yihadistas destacan el JNIM, afiliado a Al Qaeda, nacido en 2017 de la unión de grupos anteriores y que tiene su sede en la zona donde se produjo la emboscada; y el Estado Islámico-Provincia del Sahel, que se mueve más por el sur.
Para luchar contra estas formaciones armadas, la junta militar que tomó el poder con el golpe del 24 de mayo de 2021, después de haber expulsado a los militares franceses y a los de las misiones de la ONU y de la Unión Europea, recurrió a los milicianos de Wagner para obtener apoyo logístico y operativo. Sin embargo, hasta ahora los resultados no han sido los esperados debido también a que los mercenarios rusos la han emprendido contra la población civil. Incapaces de obtener el apoyo del pueblo, a los hombres de Wagner y al ejército maliense les resulta muy difícil controlar la situación. Malí se está convirtiendo en una extensión de la guerra ruso-ucraniana.
(L.M.) (Agencia Fides 3/8/2024)