ASIA/COREA DEL SUR - Un nuevo paso en el “camino sinodal” de los Obispos de Corea y Japón iniciado en 1996

viernes, 15 noviembre 2024 obispos   guerras   sinodalidad  

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Seúl (Agencia Fides) – La experiencia de un “camino sinodal” espontáneo y sensible a las urgencias reales de sus pueblos ha unido a los Obispos católicos de Corea y Japón durante casi treinta años. Este recorrido compartido ha alcanzado una nueva etapa en 2024 con el 26º encuentro de intercambio episcopal entre ambos países, que se ha llevado a cabo en Corea del 11 al 14 de noviembre. Estas jornadas se han organizado en torno al diálogo, la oración y la preparación de iniciativas pastorales conjuntas, vividas en un ambiente de fraternidad y comunión.

"Los Obispos japoneses y coreanos han caminado y trabajado juntos desde 1996, en plena sinodalidad. Hemos continuado apoyándonos mutuamente y promoviendo un mayor intercambio, no solo entre nosotros, sino también en todos los niveles de la Iglesia, especialmente entre los jóvenes. Esperamos con entusiasmo unirnos a la JMJ en Corea en 2027", ha declarado a la Agencia Fides el Cardenal Tarcisio Isao Kikuchi, Arzobispo de Tokio, quien ha participado en la reunión.

Este año, además, se ha hablado sobre la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en Corea en 2027. "La Jornada Mundial de la Juventud en Seúl será un peregrinaje de esperanza que abarcará tanto a Corea como a Japón, un peregrinaje de esperanza para los jóvenes", ha enfatizado el Cardenal Tarcisio Isao Kikuchi.

El 13 de noviembre, los Obispos de Corea y Japón han celebrado una misa en la catedral de Sanjeong-dong, en la Arquidiócesis de Gwangju. La celebración estuvo presidida por el Arzobispo Simon Ok Hyeon-jin, quien en su homilía comentó: “Espero que este encuentro entre Obispos de Corea y Japón, que refuerza nuestra unidad fraterna en Dios, nos ayude a promover una verdadera reconciliación entre nuestros países y nos acerque más de corazón”. Durante su visita, también han pasado por el cementerio nacional para rendir homenaje a las víctimas de las guerras del siglo pasado.

El Cardenal Tarcisio Isao Kikuchi ha explicado que estos encuentros, aunque importantes, siempre han sido algo voluntario, no actividades oficiales de las Conferencias Episcopales. Según él, “Todo empezó por iniciativa de un pequeño grupo de Obispos que querían reunirse y reflexionar juntos, desde la fe, sobre la historia que une a nuestros dos países”.

El Cardenal también ha recordado que “Japón y Corea tienen una larga relación de intercambios culturales y comerciales. Sin embargo, en tiempos más recientes, hubo momentos difíciles, como cuando Japón ocupó Corea y dejó heridas profundas en su gente”.
Para sanar esas heridas, "algunos obispos decidieron formar un grupo para estudiar juntos la historia y publicar un texto común. Ahí empezó el encuentro. Al principio no fue fácil hablar del pasado, pero nuestros obispos pioneros rompieron la barrera y lograron crear un ambiente de verdadera fraternidad", recuerda el Cardenal Kikuchi. "Al principio, solo se unieron unos pocos, pero poco a poco casi todos los obispos se sumaron con gusto y la amistad fue creciendo, con una reunión que se celebra cada año, alternando entre Japón y Corea. Desde que me hice obispo en 2004, creo que este encuentro, con la participación que tiene ahora, es ya un evento oficial de ambas conferencias episcopales. Y es un encuentro simbólico de colaboración, comunión y sinodalidad".

Entre los pioneros, estuvieron el Obispo (y luego Cardenal) Stephen Fumio Hamao, que en ese momento era vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Japón, y el Arzobispo Paul Ri Moun-hi, presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Corea. Los dos estaban convencidos de que las Iglesias de ambos países, unidas por la fe en Cristo, en lugar de representar "intereses nacionales", podrían promover el amor y la paz, fomentando la comprensión mutua y el reconocimiento del sufrimiento ajeno. Siguiendo el propósito del encuentro inicial, en 2004 se publicó en Corea el texto Korean History for Young People: Toward a Joint Recognition of History. Una traducción al japonés se publicó en Japón en noviembre de ese mismo año.
(PA) (Agencia Fides 15/11/2024)


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