Juba (Agencia Fides) – “Con los recurrentes aplazamientos de las elecciones democráticas en Sudán del Sur, la esperanza de una paz sostenible se está desvaneciendo”, advierten los Obispos de Sudán del Sur y Sudán al concluir su reunión sobre la paz en ambos países, celebrada en Kit, en el Estado de Equatoria Oriental (Sudán del Sur).
Desde diciembre de 2013, Sudán del Sur enfrenta las secuelas de una guerra civil que ha visto en oposición al presidente Salva Kiir y al vicepresidente Riek Machar. En 2018, las partes firmaron el Acuerdo Revitalizado para la Resolución del Conflicto en la República de Sudán del Sur (Revitalised Agreement on the Resolution of the Conflict in the Republic of South Sudan, R-ARCSS). Este acuerdo, denominado “revitalizado” por basarse en un tratado previo de 2015 que nunca se implementó, fue complementado con el “Consenso Tumaini”, un memorando de entendimiento entre el Gobierno provisional de Sudán del Sur y la Alianza del Movimiento Opositor de Sudán del Sur (South Sudan Opposition Movement Alliance, SSOMA). Ambos pactos incluían la celebración de elecciones generales para este año, ahora pospuestas hasta febrero de 2027.
Los obispos han instado al Gobierno y a los grupos opositores a “acelerar la implementación de las etapas fundamentales del Acuerdo Revitalizado para la Resolución del Conflicto en la República de Sudán del Sur (R-ARCSS) de 2018 y la pronta conclusión del Consenso Tumaini previsto para 2024 sin más demora”. También han solicitado la pronta promulgación de una nueva Constitución y han instado a la comunidad internacional a continuar respaldando los esfuerzos de estabilidad y desarrollo en el país.
No obstante, la estabilidad parece lejana. Un ejemplo reciente fue el tiroteo ocurrido en Juba tras el intento de detención de Akol Koor Kuc, exdirector del Servicio de Seguridad Nacional (NSS) destituido en octubre por el presidente Kiir. Observadores independientes consideran este hecho una señal de las tensiones internas por el poder dentro del régimen.
En Sudán, la guerra civil desatada el 15 de abril de 2023 ha tenido devastadoras consecuencias. Según los obispos, “miles de sudaneses han perdido la vida y millones han huido de sus hogares para buscar refugio en Estados relativamente pacíficos o en países vecinos. Las consecuencias humanitarias sobre la población civil han ido más allá de la tolerancia y deben condenarse en los términos más enérgicos posibles”. Ante esta situación, han pedido a las partes en conflicto que “respeten el derecho humanitario y aseguren el acceso a los corredores humanitarios para la asistencia vital”.
(L.M.) (Agencia Fides 22/11/2024)