Malakal (Agencia Fides) – «Después de haber rezado, reflexionado y compartido la pastoral de nuestros dos países, nos sentimos profundamente consternados por los continuos conflictos devastadores y por los acuerdos de paz incumplidos en ambos países, con un agravamiento adicional de la situación en 2025». Así lo ha declarado la Conferencia Episcopal de Sudán y Sudán del Sur (SSSCBC), reunida en Malakal del 7 al 14 de noviembre de 2025 con motivo de su 51ª asamblea plenaria anual, dedicada a las actuales trayectorias de conflicto y paz en ambos Estados, bajo el tema «Construir la paz, sanar las heridas y fortalecer la unidad».
«Es alarmante que el diálogo ya no se considere un vehículo de armonía, sanación, reconciliación y unidad», insisten los obispos en la nota recibida por la Agencia Fides. «En lugar de buscar el diálogo, los intereses egoístas han tomado el control y han desencadenado la violencia. Esto ha agravado las crisis humanitarias, el odio entre las comunidades, la propaganda divisiva, la desestabilización de los medios de subsistencia, los desplazamientos recurrentes, la apropiación indebida de recursos públicos, el hambre generalizada y la amenaza inminente de hambruna».
Entre los temas destacados por la SSSCBC se encuentran los conflictos, las repatriaciones forzadas, el desarme, las expediciones punitivas y las inundaciones. «Nos preocupa seriamente la alarmante repatriación forzosa de mujeres y hombres vulnerables, sin la debida consideración por el bienestar de sus hijos y de otros miembros de las familias que dependen de ellos».
Dirigiéndose a las fuerzas políticas y gubernamentales, los obispos subrayan que liderar significa servir. «El poder sin servicio es una pérdida de rumbo y el bien común debe ser prioritario. Estamos asistiendo a divisiones étnicas, tribales e incluso intertribales sin precedentes, en nombre de la política. La unidad en la diversidad entre las tribus, los grupos étnicos y las comunidades de Sudán y Sudán del Sur siempre ha sido una fuente de fortaleza en el contexto de sus historias, religiones, razas y culturas. Esta riqueza en la diversidad no debe verse arruinada por políticas miopes y divisivas».
Los obispos también han solicitado explícitamente la plena aplicación del Acuerdo Revitalizado para la Resolución del Conflicto en Sudán del Sur (R-ARCSS), firmado en 2018, por todas las partes «para generar confianza en la población e iniciar un diálogo sincero». Asimismo, han invitado a los actores implicados en el conflicto de Sudán a reanudar el diálogo y aplicar la Declaración de Yeda, de mayo de 2023, que reafirma la necesidad de recurrir al diálogo, fortalecer la unidad y aliviar el sufrimiento del pueblo sudanés.
Las inundaciones en Sudán y Sudán del Sur se han vuelto tan destructivas como las guerras civiles y los conflictos intercomunitarios. «Muchas aldeas, granjas, escuelas, instalaciones sanitarias y medios de subsistencia de la población han quedado sumergidos. Pedimos que se preste especial atención a esta catástrofe natural y que se identifiquen sus causas y soluciones. Como vuestros pastores, os aseguramos que compartimos vuestro dolor y vuestro sufrimiento y que estamos decididos a continuar con nuestra labor de defensa del diálogo, la reconciliación, la sanación, la unidad y la paz».
«En cuanto a nuestra responsabilidad pastoral, hemos relanzado la “Pequeña Comunidad Cristiana”. Que nuestras iglesias se conviertan en santuarios de esperanza, donde todos puedan encontrar sanación, unidad y fuerzas renovadas», concluyen.
(AP) (Agencia Fides 14/11/2025)