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Tombura Yambio (Agencia Fides) – “La paz es nuestra herencia; la reconciliación es nuestro camino; la unidad es nuestro futuro. La paz no vendrá de un solo grupo. Vendrá de todos nosotros, mano a mano, corazón a corazón, pueblo a pueblo y condado a condado”.
Es la invitación que el obispo de la diócesis de Tombura Yambio, Barani Eduardo Hiiboro Kussala, ha dirigido a autoridades, líderes comunitarios, representantes de la sociedad civil y delegados juveniles provenientes de los diez condados del Estado de Equatoria Occidental, en ocasión de un reciente encuentro sobre la promoción de la paz y de un clima electoral pacífico en Sudán del Sur, organizado por la Comisión Diocesana de Justicia y Paz (DJPC) de la Catholic Organization for Development & Peace (CODEP).
“Como su obispo, he recorrido pueblos aún aterrorizados por conflictos pasados; he rezado con viudas cuyos ojos aún esconden lágrimas silenciosas; he escuchado a jóvenes que cargan el peso de sueños rotos; y me he sentado con ancianos que temen que la paz se escape lentamente de las manos de sus hijos. Pero también he visto signos de gracia –subraya el prelado–. He visto comunidades que eligen el diálogo en lugar de la violencia, jóvenes que optan por el deporte en vez de la venganza, mujeres que eligen la reconstrucción frente a la desesperación, ancianos que eligen la sabiduría frente a la ira, y la Iglesia que se erige como puente donde antes había división”.
“Es desde estas realidades vividas, desde las heridas y esperanzas de nuestro pueblo, que me dirijo a todos ustedes, invitando a un diálogo inclusivo, donde cada voz cuente; al involucramiento de los jóvenes como constructores del futuro. Nuestros jóvenes no son una amenaza. Son la mayor oportunidad para el renacimiento de Equatoria Occidental. Es necesario sanar los traumas, sanar los corazones para sanar la tierra. Una sociedad traumatizada no puede construir una paz sostenible. Ninguna comunidad debería volver a ser sorprendida por un conflicto”.
En esta ocasión, Hiiboro ha anunciado formalmente la creación de una red calificada de jóvenes observadores de paz en cada distrito del país, quienes colaborarán estrechamente con la DJPC, los jefes, líderes parroquiales y autoridades del condado.
Hablando de los ancianos, columna vertebral de la cohesión social, y de las mujeres, madres de paz e hijas de la esperanza, así como de la educación cívica, el cambio de mentalidad y de cultura, el obispo resaltó la aspiración de una nueva cultura basada en la transparencia y la responsabilidad compartida.
“Nos comprometemos a colaborar con las autoridades del condado, administradores y órganos de seguridad para proteger a los civiles y promover la justicia. Ninguna institución puede realizar este trabajo por si sola –concluye Hiiboro–. Cuando los cuatro pilares de la paz –corazón, mente, comunidad y estructuras– se unen, la paz se vuelve inquebrantable”.
(AP) (Agencia Fides 11/12/2025)