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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Sin el Espíritu Santo la Iglesia no puede avanzar”. Lo afirma el Papa Francisco que esta mañana, tras el parón estival de julio, volvió a presidir la audiencia general del miércoles. Celebrada en el Aula Pablo VI debido a las altas temperaturas, durante el encuentro con peregrinos llegados de todos los rincones del planeta, el Pontífice retomó el ciclo de catequesis sobre el tema “El Espíritu y la Esposa”, proponiendo hoy una centrarse en la Encarnación de Jesús en el vientre de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo.
Este es, señaló el Papa Francisco, “un hecho de fe ecuménico, porque todos los cristianos juntos profesan este mismo símbolo de fe. La piedad católica, desde tiempos inmemoriales, ha extraído de ella una de sus oraciones diarias, como el Ángelus”. “María - prosiguió el obispo de Roma, primero concibió, luego dio a luz a Jesús: primero lo acogió en sí misma, en el corazón y en la carne, dio a luz. Lo mismo sucede con la Iglesia: primero acoge la Palabra de Dios, para luego darla a luz con la predicación. La segunda operación es estéril sin la primera”.
Como María, que preguntó al ángel: “¿Cómo sucederá esto?”, también la Iglesia, subrayó el Papa, “cuando se enfrenta a tareas que superan sus fuerzas, es natural plantearse la misma pregunta. ¿Cómo es posible anunciar a Jesucristo y su salvación a un mundo que parece buscar solo el bienestar en este mundo? La respuesta es también la misma de entonces: 'Recibiréis fuerza del Espíritu Santo'”.
Y añadió improvisadamente: “Sin el Espíritu Santo la Iglesia no puede avanzar, la Iglesia no crece, la Iglesia no puede predicar”. “Lo que se dice sobre la Iglesia en general – adviertió – es válido para cada bautizado. Cada uno de nosotros a veces nos encontramos en situaciones que están más allá de nuestras fuerzas. Ayuda, en estos casos, recordar y repetir lo que el ángel le dijo a la Virgen antes de dejarla: 'Nada es imposible para Dios'. Retomemos también nosotros nuestro camino con esta reconfortante certeza en el corazón: 'Nada es imposible para Dios'”.
Al final de la audiencia, en el saludo en italiano, el pensamiento del Papa se dirigió a las naciones devastadas por los horrores de la guerra: “Sigo con gran preocupación la situación en Oriente Medio. Reitero mi llamamiento a todas las partes implicadas para que el conflicto no se extienda y se cese inmediatamente el fuego en todos los frentes, empezando por Gaza, donde la situación es muy grave e insostenible. Rezo para que la búsqueda sincera de la paz apague las disputas, que el amor venza al odio y la venganza sea desarmada por el perdón”.
Finalmente, el Pontífice pide a todos los creyentes que se unan a su “oración también por Ucrania, Myanmar y Sudán. Que estas poblaciones tan afectadas por la guerra encuentren la tan deseada paz. Unamos nuestros esfuerzos y oraciones para que se elimine la discriminación étnica en regiones de Pakistán y Afganistán, en concreto, la discriminación contra las mujeres”.
(Agencia F.B. Fides 7/8/2024)