Pekín (Agencia Fides) - Las comunidades católicas de todas las provincias de la República Popular China han vivido una Navidad de fe y caridad. Durante las vigilias y las misas solemnes se ha rezado también por la paz y se han recogido ayudas para las personas afectadas por el terremoto en las provincias de Gansu y Qinghai.
En Shanghai, el obispo Joseph Shen Bin, en la homilía de la Vigilia de Navidad, centró su reflexión en la paz en el mundo y la paz en el corazón de cada persona como dones que pedir al Señor Jesús en el día de su nacimiento. El 25 de diciembre, durante la misa solemne, el obispo de Shanghai invitó a todos a realizar su propia "peregrinación personal" para adorar al Niño Jesús y alegrarse por el don de la salvación que nos ha traído, para que la alegría de cada cristiano se convierta en bendición para los demás en la vida cotidiana, en las familias y en los lugares de trabajo.
En Pekín, azotada por el frío, las cuatro parroquias históricas del centro de la capital han activado servicios de conexión en línea para que todos -incluidos los enfermos y los ancianos- puedan seguir las celebraciones litúrgicas desde casa.
En las provincias de Jiangxi, Hebei y Hubei, grandes comunidades de trabajadores católicos inmigrantes e incluso estudiantes extranjeros han participado en las celebraciones de las comunidades locales en un espíritu de comunión. En la parroquia de Ximen (diócesis de Wenzhou), 23 adultos recibieron el bautismo y siete la confirmación.
En lugares donde hay pocos sacerdotes -como en Daxunbao, en la diócesis de Sanyuan (provincia de Shaanxi)-, algunas parroquias adelantaron la celebración de la Vigilia de Navidad para permitir a los laicos llevar la comunión a ancianos y enfermos que no habían podido ir a la iglesia a causa del frío. Ni siquiera el crudo invierno de Mongolia Interior ha impedido a los católicos celebrar la Navidad con alegría, rezando por las víctimas del terremoto y por la paz en el mundo.
(NZ) (Agencia Fides 27/12/2023)