AMÉRICA/PANAMÁ - El Dialogo procede, la tensión disminuye, la Iglesia no excluye a nadie

Panamá (Agencia Fides) - “Los primeros frutos de la Mesa Única se están concretando, y el clima de tensión ha bajado considerablemente en el país” afirman los obispos de Panamá, que han aceptado ser facilitadores, respondiendo a ciertas corrientes de opinión que insisten en que “la Iglesia Católica ha excluido del Diálogo a algunos sectores productivos del país”. Los obispos han publicado un comunicado, recibido en la Agencia Fides, en el que aclaran la situación.
En primer lugar se reitera que “El Órgano Ejecutivo solicitó a la Iglesia Católica que gestionara el diálogo como herramienta para disminuir los escenarios de violencia que se estaban generalizando en el país” (véase Fides 14/7/2022). Desde el 15 de julio el equipo de facilitadores de la Iglesia católica (el cardenal José Luis Lacunza, obispo de David; monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá; monseñor Rafael aldivieso Miranda, presidente de la Conferencia Episcopal Panameña y obispo de Chitré; y monseñor Edgardo Cedeño, obispo de Penonomé) ha mantenido contactos con los grupos identificados por el ejecutivo como interlocutores, en mesas separados.
“La Iglesia Católica – está escrito en el comunicado dirigido a los católicos y a todas las personas de buena voluntad - ha aceptado ser facilitadora del diálogo, y ha planteado hacerlo bajo los principios expresados en el Comunicado #2, del 16 de julio de 2022, que han sido aceptados por el Órgano Ejecutivo y los actores que expresaban su descontento en las calles, y que son: a) Diálogo en una mesa única. b) Consensuar una agenda única entre todos los actores. c) Establecer un proceso dividido en etapas, primero la urgente, para superar la coyuntura actual y, posteriormente, un diálogo más profundo en el que se trace el camino de transformación del país, y que haga de él un Panamá más justo y equitativo. d) Los actores de la primera etapa deben ser los grupos que han expresado su malestar y descontento a través de acciones en las calles y vías del país y, en la segunda etapa, los actores serían los representantes de todos los sectores de la sociedad”.
Luego el comunicado recuerda que la reunión preparatoria de la Mesa Única del Diálogo inició el martes 19 de julio de 2022, luego que los grupos de las mesas separadas aceptaran la facilitación de la Iglesia Católica y eligieran la provincia de Coclé como sede neutral. En la reunión preparatoria estuvieron presentes las alianzas y grupos que ya eran interlocutores del Ejecutivo: la Alianza Pueblo Unido por la Vida, la Alianza Nacional del Pueblo Organizado (ANADEPO), los dirigentes de los grupos de la Comarca Ngnöbe-Buglé y las comunidades campesinas del Oriente Chiricano.
El jueves 21 de julio de 2022, la Mesa Única del Diálogo por Panamá empezó su primera fase, “aceptada por las alianzas y el Ejecutivo, con el propósito principal de crear un clima propicio de sosiego que facilite un diálogo social más profundo y ampliado, con la participación de todos los actores que tienen incidencia en Panamá, en una segunda fase”.
El comunicado termina reiterando el mensaje del 19 de julio, dirigido a la Empresa Privada, Comerciantes, Productores y Diversos Actores de la Sociedad, “en el que la Iglesia Católica recalca que no ha excluido a ningún sector ni persona de la Mesa Única.”.
A principios de julio, Panamá estuvo paralizada durante mucho tiempo por una huelga que comenzó con los maestros y se extendió a todos los demás sectores de la sociedad, incluidos los estudiantes y los indígenas. El motivo de la protesta, en la que también se produjeron enfrentamientos con la policía, fue el desorbitado aumento de los precios de los productos de primera necesidad, como los medicamentos, la electricidad y, sobre todo, el combustible. Las subidas de precios fijadas por el gobierno eran necesarias para contener la inflación. La Iglesia católica, que ya había manifestado su preocupación por la situación social, respondió al llamamiento realizado por el Ejecutivo “a actuar como puente para encontrar una solución -inclusiva y participativa- a la situación que vive el país”, “aceptando la invitación a ser mediador en la construcción de los consensos necesarios para la convivencia pacífica”.
(SL) (Agencia Fides 30/7/2022)

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