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Yemişli (Agencia Fides) - Cientos de tumbas profanadas, con restos mortales y objetos funerarios esparcidos en el terreno circundante. Esta es la escena con la que se han encontrado los cristianos de Yemişli, un pueblo de la provincia sudoriental turca de Mardin, durante su última visita al cementerio para honrar la memoria de sus antepasados. La profanación impía -informan periódicos turcos como Yeni Yaşam Gazetesi- ha sido descubierta el miércoles 29 de junio, día en que se celebra la memoria litúrgica de los Santos Pedro y Pablo. La capilla del cementerio, dedicada a los dos Santos Apóstoles, fue erigida en 1967, en medio de una zona de enterramiento que también incluye tumbas que datan del primer milenio cristiano. Cada año, el 29 de junio, los cristianos que aún viven en la zona -en su mayoría pertenecientes a las comunidades siria, asiria y caldea- acuden al cementerio para celebrar liturgias en la capilla dedicada a los santos Pedro y Pablo y realizar actos de devoción ante las tumbas de sus antepasados. Este año, el descubrimiento de las tumbas violadas ha provocado gran dolor y desánimo entre los cristianos de la zona, que han recibido muestras de solidaridad inmediata por parte de los representantes de la comunidad yazidí que aún viven en Turquía.
La profanación del antiguo cementerio cristiano de Yemişli ha sido denunciada rápidamente a la policía local.
La región montañosa de Tur Abdin, en la provincia sudoriental de Mardin, es una zona de arraigo histórico de las comunidades cristianas sirias de la región. La sede del Patriarcado Sirio Ortodoxo de Antioquía se instaló cerca de Mardin en el siglo XIII, en el monasterio de Mor Hananyo, y permaneció allí hasta 1933, antes de trasladarse a Siria (primero a Homs y luego a Damasco). En los primeros años del conflicto sirio, la provincia de Mardin fue testigo de la llegada de un importante flujo de refugiados cristianos que huían de Siria. En febrero de 2018 (véase Fides 13/2/2018), un decreto ley ordenó la restitución íntegra a las Fundaciones vinculadas a la Iglesia Siria Ortodoxa de decenas de propiedades eclesiásticas -iglesias, monasterios, terrenos e incluso antiguos cementerios- dispersas en la región de Mardin y que habían sido puestas bajo el control de instituciones públicas turcas en 2017.
(GV) (Agencia Fides 5/7/2022)