EUROPA/ITALIA - Scalabrinianos: “la imagen de un santo que supo comprender y ayudar puede mantener viva la esperanza en los migrantes y refugiados”

Roma (Agencia Fides) - Iniciado por las Naciones Unidas, el Día Mundial del Refugiado se celebra el 20 de junio para conmemorar la aprobación en 1951 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados estimado para este año será el más alto de los últimos 50 años: unos 100 millones en todo el mundo. Las guerras, los 34 conflictos en curso en todos los continentes, las catástrofes medioambientales, el hambre, el tráfico de personas y la explotación obligan a un número cada vez mayor de personas y familias enteras a abandonar sus países para buscar protección y asilo en otros lugares.
Frente a este fenómeno, la política estatal no muestra la misma clarividencia y concreción que el beato Giovanni Battista Scalabrini (1839-1905), obispo de Piacenza, fundador de los Misioneros y Misioneras de San Carlos Borromeo, así como inspirador de las Misioneras Seculares Scalabrinianas, todos con una única misión compartida: la atención pastoral a los migrantes.
Monseñor Scalabrini ha sido llamado el "Apóstol y Padre de los emigrantes" por su empeño en apoyar a los que dejaron Italia para ir a las Américas en busca de fortuna y una vida mejor. Sus hijos espirituales continúan hoy esta misión en todas las latitudes. "Scalabrini fue un modelo para el mundo y lo sigue siendo hoy, en un mundo global dividido por muros incomprensibles. Su pasión por los migrantes es una clave de interpretación de la contemporaneidad que tiene su base en el mensaje de Cristo”, reafirman los superiores de los tres Institutos Scalabrinianos en una carta común con motivo del reciente Año Scalabriniano.
En su audiencia del 21 de mayo con el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, el Santo Padre Francisco aprobó el dictamen favorable de los cardenales y obispos para la canonización del beato Giovanni Battista Scalabrini. La fecha se decidirá en un próximo Consistorio. "El anuncio de que el Papa Francisco proclamará santo a Monseñor Scalabrini nos ha llenado de alegría", dice a la Agencia Fides el P. Leonir Chiarello, CS, Superior General de los Misioneros de San Carlos, conocidos como Scalabrinianos, "Para nosotros, sus misioneros, el Fundador siempre ha sido un santo. Empezamos a conocerlo cuando éramos jóvenes, cuando leímos su biografía. Durante nuestro noviciado tuvimos más tiempo para profundizar en su pensamiento y sus escritos. Pero sobre todo, como misioneros, lo conocimos a través del trabajo de campo, tratando de poner en práctica sus ideas, sus principios básicos sobre cómo estar al lado de los migrantes. Por eso, según nuestra experiencia, Scalabrini siempre ha sido un santo”.
¿Qué importancia atribuye a la elección del Papa?
“Con este reconocimiento, el Santo Padre señala a la Iglesia la figura de un obispo que no sólo fue capaz de dedicarse por completo a su ministerio en la diócesis, sino también de mirar más allá, a las necesidades de quienes fueron arrancados de su patria para encontrar alguna esperanza en otro lugar. La Iglesia ya hizo suya la preocupación de Scalabrini por los emigrantes, con Pío X, pero con esta canonización el Santo Padre quiere acentuar aún más la actualidad de esta preocupación pastoral, de la que ha hablado muchas veces”.
¿Qué pueden esperar los emigrantes de esta canonización?
"Esperamos que la canonización de Scalabrini marque la diferencia para los migrantes y los refugiados. Arrojados a los caminos de un éxodo, a veces elegido por falta de alternativas, a menudo forzado por la violencia, como presenciamos dramáticamente en nuestros días, pensando en particular en los refugiados de Ucrania, necesitan toda la ayuda posible. Y cuando uno se encuentra desesperado, la imagen de un santo que supo comprender y ayudar puede mantener viva la esperanza. Al proclamar santo a Scalabrini, el Papa dice a los emigrantes que se dirijan a él y confíen en su intercesión porque sabe comprender y estar cerca de ellos, como comprendió y estuvo cerca de los italianos que emigraron en el siglo XIX".
¿La canonización puede decir algo a los jefes de las naciones?
"El Papa también envía un mensaje a los Estados y a las comunidades civiles y políticas, especialmente a las de los países más desarrollados económicamente, pero quizás empobrecidos en visiones estrechas e incapaces de acoger al otro, que es visto más como una amenaza que como un recurso. Al proclamar santo a Scalabrini, que previó hace muchos años que las migraciones serían una fuerza primordial en la transformación del mundo y podrían hacer del mundo la patria de todos, el Papa quiere invitar a una mayor acogida de los emigrantes, que no quieren ser una carga sino una ayuda en la construcción del futuro".
¿Y a sus hijos espirituales?
"La canonización también supone una diferencia para nosotros, los misioneros scalabrinianos, porque nos hace más responsables a la hora de intentar seguir su visión y, sobre todo, de escuchar su corazón, de intentar, como él, entregarnos por completo a nuestra misión y convertirnos en compañeros de los que están en otra parte o en la huida".
(SL) (Agencia Fides 20/6/2022)

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