Bamako (Agencia Fides) – «Un acontecimiento sin precedentes nunca visto». Así describen los observadores locales el doble atentado perpetrado ayer, 17 de septiembre, en Bamako, capital de Malí, contra el aeropuerto y una base cercana de la Gendarmería. El asalto ha sido reivindicado por el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe), grupo yihadista afiliado a Al Qaeda.
Los yihadistas consiguieron penetrar en el recinto del aeropuerto, considerado el lugar más protegido de la capital maliense después del palacio presidencial. Atacaron el pabellón presidencial, utilizado para recibir a las delegaciones oficiales extranjeras que visitan el país. Dañaron varios aviones estacionados en la pista, entre ellos un avión presidencial, luego atacaron una instalación de la Fuerza Aérea de Malí situada dentro del recinto del aeropuerto y también intentaron atacar una plataforma militar cercana de drones.
Al mismo tiempo, otro comando del JNIM atacó el centro de formación e instrucción de la Gendarmería, causando víctimas y daños materiales en las instalaciones.
Todavía no hay un balance preciso de muertos entre militares, yihadistas y civiles posiblemente implicados en el doble atentado que tuvo como objetivo instalaciones militares y la Presidencia (el sector del aeropuerto que fue alcanzado). En sus vídeos reivindicativos, los yihadistas afirman haber matado a decenas de soldados malienses y mercenarios rusos y haber destruido al menos seis aviones, entre ellos un dron. Pero tanto la junta militar como el JNIM están inmersos en una guerra mediática, por lo que es difícil determinar la veracidad de los hechos.
Hace unas semanas, el JNIM había emitido un comunicado en el que afirmaba su intención de « atentar en todo Malí ». El doble atentado de ayer se produjo además en el primer aniversario de la constitución de la Alianza de Estados del Sahel (AES) en septiembre de 2023, formada por las juntas militares golpistas de Mali, Burkina Faso y Níger.
Todos los Estados se enfrentan a la amenaza de grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda o al Estado Islámico. Los militares golpistas tomaron el poder en los tres miembros de la AES con la promesa de derrotar a los yihadistas y restablecer la seguridad en sus países. Tras expulsar de su territorio a las tropas de Francia, Estados Unidos y otros países occidentales, los militares golpistas acogieron a mercenarios rusos de la antigua compañía Wagner para obtener apoyo en la lucha contra los yihadistas, hasta ahora con escasos resultados.
Además, el 15 de septiembre, dos días antes del doble atentado en Bomako, se anunció el lanzamiento por Malí, Níger y Burkina Faso de una televisión conjunta y la próxima emisión de pasaportes biométricos de la Confederación de Estados del Sahel (una etapa más en la consolidación de los lazos entre los golpistas, véase Fides 13/7/2024), sin el logotipo de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), de la que los tres países habían declarado su intención de salir en enero de este año (véase Fides 3/2/2024).
(L.M.) (Agencia Fides 18/9/2024)