Tapachula (Agencia Fides) – Alrededor de 500 migrantes centroamericanos de la caravana de migrantes del primer grupo del 2020 se refugiaron en la casa-refugio diocesano "Belén" en la diócesis de Tapachula (México).
En una nota recibida por Fides, p. César Augusto Cañaveral Pérez, coordinador diocesano de la dimensión pastoral de la movilidad humana, estigmatiza la asociación mental "migrante igual criminal".
"Me gustaría saber, porque la Guardia Nacional no se ocupa del crimen organizado; los migrantes vienen por necesidad, no son delincuentes, y México no respeta el derecho al libre tránsito", dice el P. Pérez, quien denuncia: "La sociedad mexicana ayuda a criminalizar a los migrantes: el muro humano es peor que un muro material ".
El sacerdote recuerda que la Iglesia Católica está construyendo puentes de solidaridad para ayudar a los migrantes, ya que la ayuda que el gobierno ha prometido aún no ha llegado. Las caravanas de migrantes pasan por México tratando de llegar a los Estados Unidos. En el camino, los migrantes son maltratados en todo sentido, especialmente los más débiles, las mujeres y los niños.
P. Cañaveral Pérez dice que el refugio recibe entre 200 o 300 personas todos los días. Este es el flujo constante durante todo el año, pero ahora, después de que las caravanas se han dispersado, el número de personas que buscan refugio ha aumentado considerablemente, varias personas han tenido que buscar otras instalaciones de recepción. El sacerdote informa que solo el día 24 de enero llegaron 120 inmigrantes, casi todos necesitados de atención médica y psicológica debido a la violencia y el maltrato que les infligió la Guardia Nacional. El padre Cañaveral Pérez reprendió a las autoridades mexicanas por comportarse peor que los Estados Unidos.
La capacidad del albergue es de 140 personas, pero el número se ha triplicado. Además de esto, hay otros centros parroquiales que han acogido a los migrantes en los municipios de Costa, Soconusco y Sierra de Chiapas.
En los últimos días ha habido ataques violentos contra miembros de la última caravana de migrantes centroamericanos dirigidos a los Estados Unidos por agentes de la ley que los acusan de no haber cumplido con las indicaciones sobre el número de personas que podían acceder a los diversos lugares de frontera.
(CE) (Agencia Fides, 27/01/2020)