MEP
Roma (Agencia Fides) – La aventura de la fe sigue viva en el siglo XXI. La misión de Cristo y de la Iglesia sigue presente. Así lo atestigua el documental «Aventureros de Cristo», presentado y patrocinado por la Sociedad de Misiones Extranjeras de París (MEP). La película se proyectó el 21 de octubre en primicia en Roma, en el Instituto San Luis de los Franceses, con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones y del mes misionero.
El documental narra, a través de imágenes, la experiencia de cinco sacerdotes en cinco países distintos, todos unidos por un mismo propósito: llevar el amor de Dios hasta los confines de la tierra. Se trata del padre Will Conquer en Camboya, el padre Philippe Blot en Corea del Sur, el padre Yves Moal en Taiwán, el padre Laurent Bissara en India y el padre Gabriel De Lepinau en Madagascar. Todos ellos dejaron atrás su entorno en Europa para vivir el Evangelio en las periferias del mundo, acompañando a personas marginadas, pobres, discapacitadas y desplazadas.
El relato actual se entrelaza con acontecimientos históricos que marcaron el pasado de la MEP, una congregación fundada hace 360 años y que a lo largo de su historia ha llegado a contar con más de 4.100 misioneros, principalmente en Asia. Pensada para un público amplio, incluso no creyente, la película combina fotografía sugerente con testimonios que destacan la entrega total de los misioneros a las comunidades a las que sirven, sumergiéndose sin prejuicios en las culturas locales.
Los misioneros no son presentados como «superhombres», sino que muestran su fragilidad, soledad, dificultades afectivas y psicológicas. Sin embargo, en esas debilidades humanas se hace evidente la gracia de Dios y la fuerza del Espíritu Santo. Al poner su humanidad al servicio del prójimo y anunciar el amor de Dios, luchan por los más vulnerables, acogen a personas con discapacidad, ayudan a refugiados norcoreanos y traducen la fe en arte local.
Los organizadores subrayan que los protagonistas plantean preguntas universales: ¿qué significa entregarse hoy? ¿Por qué partir? ¿Podrán mantener su vocación en contextos hostiles? ¿Por qué sacrificarlo todo por la misión? Con su valentía y dedicación, encarnan una respuesta radical y significativa a la búsqueda de sentido de nuestro tiempo.
La película, explican los organizadores, pretende «despertar el espíritu misionero», recordando que «la misión es una llamada universal y sigue siendo actual». Además, intenta responder a la búsqueda de sentido y aventura de los jóvenes, haciendo resonar una «sed de autenticidad» que impregna las historias narradas. Otro objetivo es revalorizar la figura del sacerdote, objeto de críticas y ataques, empañada en el imaginario colectivo; y, por último, rehabilitar la imagen del misionero, que a menudo se asocia a historias de dominación cultural o proselitismo. Los misioneros de hoy recorren un camino completamente diferente: el del servicio, la donación, la acogida y la inculturación.
Damien Boyer, director y fundador de Orawa Production, trabajó durante cuatro años en la realización de la película. Boyer, apasionado por la espiritualidad, había dirigido previamente la película «Sacerdoce», centrada en la vocación de sacerdotes franceses en el siglo XXI.
(PA) (Agencia Fides 21/10/2025)