ASIA/FILIPINAS - Asesinato de un investigador: “Justicia para Kyle, justicia para la verdad”, piden los obispos y fieles filipinos

Cagayan de Oro (Agencia Fides) – «El caso de Niruh Kyle Antatico es un caso simbólico que inspirará a muchos jóvenes en la lucha contra la corrupción», afirma a la Agencia Fides el jesuita Antonio Ledesma, arzobispo emérito de Cagayan de Oro, en la isla de Mindanao.

Niruh Kyle Antatico, de 40 años, ex investigador de la Administración Nacional de Irrigación (NIA), fue asesinado a tiros el pasado 10 de octubre en la ciudad de Cagayan de Oro, tras haber denunciado presuntos casos de corrupción en proyectos de irrigación. Su familia, amigos y comunidad le despidieron con una vigilia de oración en la capilla del ayuntamiento de Cagayan de Oro la noche del 15 de octubre.

Su asesinato ha provocado una fuerte indignación y ha reavivado las protestas que, a nivel local y nacional, han visto a jóvenes filipinos participar en marchas y manifestaciones contra la corrupción. «La prensa local y nacional se hace eco de este caso, y los obispos filipinos también han manifestado su dolor y reiterado el compromiso de la Iglesia de permanecer en primera línea ante esta urgencia moral y espiritual», continúa Mons. Ledesma.

«El tema de la corrupción es una antigua lacra en Filipinas, pero ahora, con los proyectos fantasma para la prevención de desastres naturales -financiados y nunca realizados-, y con las numerosas víctimas de fenómenos climáticos extremos, la cuestión ocupa un lugar prioritario en la agenda política. Esperamos que, dada también la movilización de los jóvenes, la política dé respuestas», señala.

«La esperanza está en nuestros jóvenes. Niruh Kyle Antatico puede convertirse en un verdadero referente para ellos: un hombre valiente que quiso y supo decir la verdad. Esperamos que la sociedad civil esté siempre preparada y siga prestando atención a esta cuestión crucial para la vida nacional», desea el arzobispo Ledesma.

El asesinato de Niruh Kyle Antatico «no es solo un ataque a un hombre», sino también «un ataque a todos los filipinos que se atreven a pedir cuentas al poder y a luchar contra la corrupción», afirmó el obispo Colin M. Bagaforo, presidente de Cáritas Filipinas y obispo de Kidapawan. La muerte de Antatico, añadió, «refleja un peligroso clima de impunidad que amenaza a quienes denuncian las ilegalidades».
«Cuando se silencia a quienes dicen la verdad y nadie es considerado responsable, prospera una cultura de impunidad», dijo el prelado. «Esto envía un mensaje escalofriante: decir la verdad al poder es peligroso, y quienes detentan la autoridad pueden actuar sin consecuencias. Esto no es solo una tragedia, es una crisis moral que requiere una intervención urgente».

Ante esta situación, la Iglesia de Cagayan de Oro y los grupos de la sociedad civil han instado a la NIA, al Departamento de Justicia y a la Policía Nacional a garantizar que los culpables y las «redes corruptas desenmascaradas por Antatico» sean llevados ante la justicia.
«Que su vida despierte en nosotros un renovado compromiso de caminar en la luz de la verdad y servir al bien común», ha escrito José Cabantan, arzobispo de Cagayan de Oro, en una declaración oficial, pidiendo, junto con todos los fieles locales, «justicia para Kyle, justicia para la verdad».
(PA) (Agencia Fides 17/10/2025)

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