Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - «Cuanto es poderoso el amor de Dios, que no se deja vencer por nada, y que, más allá de obstáculos y rechazos, continúa resplandeciendo e iluminando nuestro camino». Lo ha dicho el Papa Francisco, que esta mañana ha vuelto a aparecer en la plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus.
Numerosos peregrinos han abarrotado la plaza a pesar del aguacero. El Pontífice, comentando el pasaje evangélico de hoy (la liturgia del segundo domingo después de Navidad repropone el prólogo de Juan), ha recordado cómo en Navidad, «el Hijo de Dios, hecho hombre, supera tantos muros y tantas divisiones. Afronta la cerrazón de mente y de corazón de los “grandes” de su tiempo, más preocupados por defender el poder que por buscar al Señor».
«Frente a estos y a otros tantos desafíos, que parecen contradicciones, Dios no se detiene nunca: encuentra miles de modos para llegar a todos y a cada uno de nosotros, allá donde nos encontremos, sin cálculos y sin condiciones, abriendo también en las noches más oscuras de la humanidad ventanas de luz que la oscuridad no puede cubrir», ha añadido el Obispo de Roma
Esto, ha subrayado, «es una realidad que nos consuela y que nos da valor, especialmente en un tiempo como el nuestro, un tiempo que no es fácil, donde hay tanta necesidad de luz, de esperanza y de paz, un mondo donde los hombres a veces crean situaciones tan complicadas que parece imposible salir de ellas».
La solución, sin embargo, es abrir de par en par «abriendo ventanas luminosas de cercanía a quien sufre, de perdón, de compasión y de reconciliación: estos son los muchos primeros pasos que debemos dar para hacer el camino más claro, seguro y posible para todos. Y esta invitación resuena de modo particular en el Año Jubilar que acaba de comenzar, urgiéndonos a ser mensajeros de esperanza con simples pero concretos “sí” a la vida, con elecciones que aporten vida. Hagámoslo todos: ¡es este el camino de la salvación!».
Tras la bendición, el pensamiento del Papa se ha dirigido a todos los estados donde “las armas rugen”: «Continuemos rezando por la paz en Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, Siria, Myanmar, Sudán. Que la Comunidad internacional actúe con firmeza para que en los conflictos se respete el derecho humanitario. Basta de golpear a los civiles, basta de golpear las escuelas, los hospitales, basta de golpear los lugares de trabajo. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota, ¡siempre!».
(F.B.) (Agencia Fides 5/1/2025)