VATICANO - Papa Francisco: Cristo nació de mujer y es uno de nosotros. Por eso puede salvarnos

miércoles, 1 enero 2025 papa francisco   liturgia  

VaticanMedia

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Cristo Jesús «nació de mujer y es uno de nosotros. Por eso puede salvarnos». En el día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, el Papa Francisco, como es tradición, ha presidido una solemne concelebración eucarística en la basílica vaticana.

También hoy, a los pies del baldaquino de Bernini, estaba expuesta la estatua de Nuestra Señora de la Esperanza, traída a Roma desde Battipaglia (donde se conserva) para las celebraciones del Tiempo de Navidad que están sirviendo de fondo a los ritos iniciales del Jubileo dedicados precisamente al tema de la esperanza. En la solemne concelebración litúrgica ha participado una delegación de «Cantores de la Estrella» de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera Alemana, de la diócesis de Friburgo (véase foto).

«Dios se hizo uno de nosotros en el vientre de María y a nosotros, que abrimos la Puerta Santa para dar inicio al Jubileo, hoy se nos recuerda que “María es la puerta a través de la cual Cristo entró en el mundo”», ha indicado el Papa en su homilía, citando a san Ambrosio.

Dios, ha señalado el Pontífice, citando a continuación la carta a los Gálatas, «se hizo carne y se revela en la fragilidad de la carne». Y advierte: «Hay una tentación, que atrae hoy a muchas personas y que puede seducir también a muchos cristianos: imaginar o fabricarnos un Dios “abstracto”, vinculado a una vaga idea religiosa, a alguna agradable emoción pasajera. En cambio, es real, es humano: nació de una mujer, tiene un rostro y un nombre, y nos llama a relacionarnos con Él».

Pero la expresión «“nacido de mujer” también nos habla a nosotros de la humanidad de Cristo -ha continuado el Obispo de Roma-, para decirnos que Él se muestra en la fragilidad de un Niño… Y en toda la vida de Jesús podemos ver esta elección de Dios, la elección de la pequeñez y el ocultamiento… Jesús nos muestra a Dios por medio de su humanidad frágil, que se hace cargo de los frágiles».

Y si Él, que es el Hijo de Dios, «se hizo pequeño para ser abrazado por una madre, para ser cuidado y alimentado, entonces significa que hoy Él sigue viniendo en todos aquellos que necesitan del mismo cuidado», ha proseguido el Papa, que ha reiterado: «aprendamos como Ella a hallar la grandeza de Dios en la pequeñez de la vida» de tal modo que podamos aprender «a cuidar de toda criatura nacida de una mujer, sobre todo protegiendo el don precioso de la vida, como lo hizo María: la vida en el vientre materno, la vida de los niños, la de aquellos que sufren, la vida de los pobres, la vida de los ancianos, la de quienes están solos, la de los moribundos».

Por último, no ha faltado un llamamiento a la paz en el día en que la Iglesia celebra también la 58ª Jornada Mundial de la Paz: «dignificar la vida de cada “nacido de mujer”; es la base fundamental para construir una civilización de la paz». Por eso, reitera lo escrito en el mensaje para esta Jornada: «pido un compromiso firme para promover el respeto de la dignidad de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, para que toda persona pueda amar la propia vida y mirar al futuro con esperanza».
(FB) (Agencia Fides 1/1/2025)


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