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Yangon (Agencia Fides) - Myanmar se ha convertido en el país con la mayor tasa de mortalidad mundial por minas terrestres y municiones sin explotar, con más de 1.000 víctimas registradas solo en 2023. Según estudios realizados por UNICEF y la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres, una ONG que vigila y se ocupa específicamente del problema de las minas terrestres en todo el mundo, esta cifra supera a la de cualquier otra nación en conflicto.
Fuentes de la comunidad católica en Myanmar han señalado a Agencia Fides: “Es sobre todo la población civil, ajena al conflicto entre el ejército y las Fuerzas Populares de Defensa, la que está pagando el precio más alto. Entre las víctimas hay muchos niños, cuyo futuro queda marcado por la discapacidad”.
El uso extensivo de minas antipersona por parte del ejército regular, como estrategia para debilitar a las fuerzas de resistencia, ha exacerbado esta crisis humanitaria. Tom Andrews, Relator Especial de la ONU para Myanmar, ha denunciado graves violaciones de los derechos humanos en el país: por ejemplo, civiles son obligados a caminar por campos potencialmente minados para despejar el paso a las unidades militares. Además, a las víctimas se les niega el acceso a ayuda médica vital, incluidas prótesis y atención especializada.
El impacto de las minas es particularmente grave entre los niños: las cifras publicadas por UNICEF revelan que más del 20% de las 1.052 víctimas civiles registradas en 2023 eran menores. Esto representa un alarmante aumento respecto a 2022, cuando se documentaron 390 incidentes. Las minas colocadas cerca de hogares, escuelas y zonas agrícolas los exponen a riesgos constantes.
Según el «Landmine Monitor 2024», informe publicado en los últimos días por la «Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres», las fuerzas militares de Myanmar han aumentado el uso de minas antipersona prohibidas que matan y hieren indiscriminadamente a personas en todo el país. En el último año, se han documentado víctimas de minas terrestres en los 14 estados y regiones de Myanmar, afectando a cerca del 60% de las ciudades del país.
Además del récord alcanzado en 2023 (con 1.003 civiles muertos y heridos por minas terrestres), el índice ha seguido aumentando, con 692 víctimas civiles en los seis primeros meses de 2024, de las que aproximadamente un tercio eran niños. En la Quinta Conferencia de Revisión del Tratado de Prohibición de Minas, que se celebra del 25 al 29 de noviembre en Siem Reap (Camboya), el problema del uso de minas terrestres en Myanmar pasó a primer plano, y se hicieron llamamientos para apoyar a las víctimas. En particular, la Autoridad Camboyana de Acción contra las Minas y Asistencia a las Víctimas (CMAA) reafirmó su compromiso de comunicarse con Myanmar y ayudar en sus esfuerzos de desminado, independientemente de su condición política, social o religiosa.
Aunque Myanmar no es Estado Parte en la «Convención de Ottawa» (Convención Internacional sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Venta de Minas Antipersonal, ed.), se ha ofrecido a ayudar en las actividades de desminado del país.En Myanmar, tanto el ejército regular (sistemáticamente) como los grupos armados no estatales, que fabrican minas terrestres, a menudo improvisadas, cogiendo minas recogidas en el campo, utilizan activamente minas terrestres. La Dirección Industrial Militar de la Junta, conocida como «KaPaSa», produce al menos cinco tipos de minas antipersona, que se suministran regularmente a las unidades militares.
Según ha informado una fuente de la Agencia Fides en el estado de Kayah, “los soldados suelen entrar en un pueblo y obligan a sus habitantes a huir al bosque. Luego colocan minas terrestres en el pueblo, en las granjas, en los campos de arroz y maíz alrededor del campamento militar. Los aldeanos, cuando llega el momento de cosechar el arroz y el maíz, van a esos campos para sobrevivir y se exponen a riesgos. Los militares dañan intencionadamente a los aldeanos porque para ellos esos aldeanos son el enemigo o apoyan al enemigo”.
(PA) (Agencia Fides 29/11/2024)