Cotonou (Agencia Fides) – En un esfuerzo por abordar el extremismo violento y la creciente proliferación de armas en África Occidental, se ha lanzado un seminario dedicado a la "Prevención del extremismo violento, la radicalización y la propagación de armas ligeras en el Sahel y los países costeros de África Occidental". El evento, que comenzó el 5 de febrero en Benín, tiene como objetivo principal mejorar la comprensión del problema y fomentar el intercambio de información entre el personal de seguridad y los actores de la sociedad civil. Participan en este curso países clave como Benín, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Níger, Malí y Burkina Faso.
El curso ha sido organizado por el Centro de Formación para el Mantenimiento de la Paz de Kofi Annan, en cooperación con el gobierno de Benín y con el apoyo financiero del gobierno japonés.
La inseguridad que afecta a los países del interior de la región, sin litoral atlántico, como Níger y Burkina Faso, se está extendiendo a los países costeros, como Benín. De hecho a finales de enero, al término de su Asamblea Plenaria, los obispos benineses expresaron su preocupación por la creciente inseguridad en el país, “con tomas de rehenes, secuestros y sacrificios humanos”.
Entre las causas de esta situación se encuentran no solo factores externos, como la presión de grupos terroristas de los países vecinos que pretenden extender su radio de acción a Benín, sino también - según los obispos - fenómenos sociales en el interior del país. En particular, los obispos invitan a los jóvenes y a todos aquellos atraídos por la codicia del dinero fácil a abandonar “definitivamente estos caminos de muerte para volver al camino de la vida” y lanzan “un enérgico llamamiento a todos los hijos e hijas de nuestro país para que cultiven el sentido y el amor del trabajo bien hecho, base principal de todo desarrollo”. No es sorprendente que entre los males que enumeran figuren los sacrificios humanos, especialmente de albinos. Una práctica ritual, que también se da en otros países africanos, destinada a propiciar ganancias económicas o victorias electorales. Prácticas ancestrales, vinculadas a las religiones tradicionales africanas, pero que ahora se topan con la tecnología moderna, ya que hay estafadores profesionales de Internet que realizan sacrificios humanos para donar sangre a un fetiche, con el fin de someter mejor a sus presas en el mundo virtual.
Por último, los obispos dan la voz de alarma sobre una serie de comportamientos desviados y autodestructivos que se observan cada vez más entre la población juvenil: abuso de alcohol y drogas, depravación moral y desenfreno, especialmente por la noche. “Estas plagas no solo comprometen el bienestar físico, psicológico y moral de nuestros jóvenes, sino que también cuestionan peligrosamente su futuro”, advierten.
(L.M.) (Agencia Fides /2/2024)