Lomé (Agencia Fides) – Acaba de ponerse en marcha el proyecto transfronterizo denominado “Nuwaki Togo-Benín” (entendimiento o fraternidad en biali, lengua hablada en la frontera entre Togo y Benín).
El Consejo Episcopal Justicia y Paz de la diócesis togolesa de Dapaong (CEJP-D) y Caritas Natitingou (Benín) a través de Catholic Relief Services (CRS), han recibido una financiación de 1.244.000.000 de francos CFA de la fundación alemana “PATRIP” y de la cooperación suiza para la puesta en marcha del proyecto que se llevará a cabo en los municipios de Matéri en Benín y Kpendjal 1 y Oti Sur 1 en Togo con una duración de 20 meses.
El objetivo es promover la estabilidad y la prevención de conflictos a lo largo de la frontera entre Benín y Togo, al sur de Burkina Faso, reforzando la cohesión social y la cooperación transfronteriza.
En Togo, el proyecto incluye la construcción de 10 nuevas infraestructuras económicas y sociales adaptadas al cambio climático. Se organizarán actividades de sensibilización sobre la cohesión social en beneficio de los jóvenes, las mujeres y las autoridades locales. Unos 1.000 agricultores y pastores recibirán formación sobre prácticas agrícolas y ecológicas y gestión de recursos naturales. Durante la ceremonia se han entregado al equipo de ejecución del proyecto cinco motos de campo, material informático y teléfonos móviles.
El prefecto de Kpendjal, Kolani Lamboni Fartongue, ha expresado su gratitud a Justicia y Paz y a sus socios por su compromiso diario con las comunidades vulnerables, en línea con el Programa Nacional de Desarrollo del gobierno.
El coordinador diocesano de Dapaong, P. Dieudonné Banleman Douti, y el coordinador del proyecto PATRIP, Namitchougli Gbayogue, han manifestado su gratitud al gobierno y a los socios por su contribución a la puesta en marcha del proyecto.
Las zonas septentrionales de Togo y Benín, limítrofes entre sí y cercanas a sus respectivas fronteras con Burkina Faso, son objeto de tráfico y atentados terroristas procedentes de Burkina. El 12 de julio, 12 soldados de las fuerzas armadas togolesas murieron en un atentado yihadista no lejos de Dapaong.
Los traficantes y terroristas también se aprovechan del conflicto fronterizo entre Benín y Burkina Faso en la región de Kourou-Koualou, que hasta febrero de este año significaba que no había presencia gubernamental en la zona. Debido al vacío administrativo y de seguridad, la zona se ha convertido de facto en un área sin ley. Esta situación ha allanado el camino a los grupos extremistas, que se han establecido gradualmente en el este de Burkina Faso desde 2018.
La colaboración entre traficantes y extremistas en Kourou-Koualou ha facilitado a los grupos la obtención de combustible para el transporte y el lanzamiento de atentados. También ha permitido a los terroristas recaudar fondos de los pagos efectuados por los traficantes a cambio de protección y seguridad en la zona de contrabando.
(L.M.) (Agencia Fides 6/10/2023)