Beirut (Agencia Fides) - Al menos 12 muertos, más de 50 heridos, más de 2.000 personas obligadas a abandonar sus hogares. Este es el balance, aún provisional, de los enfrentamientos en el campo de refugiados de Ain Al Hilweh, en la periferia de Sidón, en el sur del Líbano. Desde el 29 de junio, los milicianos de Al Fatah, la principal organización palestina dirigida por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y los de dos grupos islamistas, Jund al Sham y Shabab al Muslim, uno de los cuales está acusado de haber asesinado el domingo 30 de julio al general palestino Abu Ashraf al Armoushi. El día anterior, se había tendido una emboscada a otro militante palestino, Mahmoud Khalil, que había escapado a la muerte, pero uno de sus compañeros no había tenido la misma suerte y había fallecido.
En la mañana de hoy, 3 de agosto, los enfrentamientos parecían haber cesado tras una noche de intensos combates - los más violentos desde el 29 de julio - con uso de ametralladoras y lanzacohetes. Algunas balas perdidas alcanzaron un hospital de la cercana ciudad de Sidón.
Ayer, 2 de agosto, el Consejo de Obispos Maronitas expresó su preocupación por las nuevas tensiones que han estallado entre facciones palestinas en el campo de refugiados de Ain-el-Hilweh.
En un comunicado al término de su reunión mensual bajo la presidencia del Patriarca Béchara Boutros Raï, los obispos instaron al gobierno y a las instituciones militares y de seguridad a "tomar medidas inmediatas y definitivas para poner fin a la proliferación incontrolada de armas en el interior del campo", haciendo hincapié en la obligación de "volver a una seguridad legítima".
(L.M.) (Agencia Fides 3/8/2023)