Jartum (Agencia Fides) - Mientras el conflicto sudanés entra en su centésimo día, una de las dos partes implicadas, el ejército regular (Fuerzas Armadas Sudanesas - SAF) rechaza la mediación iniciada por la IGAD (Intergovernmental Authority on Developmen), la organización regional que incluye a Eritrea, Etiopía, Yibuti, Kenia, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Uganda, que propone el despliegue de una fuerza de interposición en Sudán.
El general Yasser Al-Atta, subcomandante de las SAF, ha advertido también a Kenia de que no interfiera en el conflicto en curso en su país, acusando al presidente keniata, William Ruto, que preside el cuarteto encargado de mediar en el conflicto sudanés (formado por Kenia, Etiopía, Sudán del Sur y Yibuti), de ser “un mercenario de otro país”, sin especificar de cuál.
Las SAF acusan desde hace tiempo a Ruto de tener un acuerdo con el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), la fuerza paramilitar con la que el ejército regular entabló el conflicto que estalló el 15 de abril.
Mientras tanto, ayer, 24 de julio, continuaron los combates en Jartum. Un comité de vecinos de Umbada ha declarado que al menos 15 personas han muerto en los ataques llevados a cabo en Omdurman.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informa de que más de 740.000 refugiados han huido de Sudán y han llegado en condiciones precarias a los países vecinos (Chad, República Centroafricana, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur). Desde el comienzo de los combates, más de 3,3 millones de personas se han visto desplazadas internamente o han tenido que buscar refugio en el extranjero.
El enfrentamiento entre las SAF y las RSF ahora podría estallar convirtiéndose en un conflicto más amplio que implique a los diferentes grupos étnicos del país y a las fuerzas islamistas que fueron expulsadas del poder en 2019 por las dos formaciones militares que entonces eran aliadas. Todo ello con el peligro de que afecte también a algunos de los estados vecinos.
En Darfur, se acusa a las RSF de llevar a cabo operaciones de “limpieza étnica” contra grupos étnicos no árabes, mientras que en Kordofán del Sur, una facción del grupo rebelde Movimiento de Liberación del Pueblo Sudanés-Norte (Sudan People's Liberation Movement-North) habría tomado el control de varias bases de las SAF.
(L.M.) (Agencia Fides 25/7/2023)