EUROPA/RUSIA - El cardenal Zuppi en la catedral católica de Moscú: He encomendado la misión de la paz a Nuestra Señora de Vladimir

jueves, 29 junio 2023 paz   guerras   papa francisco   geopolítica  

foto Ol'ga Dubjagina

Moscú (Agencia Fides) - "La unidad no la da el poder, sino el servicio recíproco; no la dan los lazos de sangre, sino el vínculo del Dios hecho hombre, que nos hace suyos, sus hijos, parte de su familia" así se ha expresado el cardenal Matteo Zuppi en la homilía de la celebración eucarística que ha presidido en la catedral católica de la Inmaculada Concepción de Moscú. El jueves 29 de junio, en su segundo y último día de misión de paz en la capital rusa, Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo según el calendario litúrgico latino, el Cardenal ha presidido la Misa vespertina concelebrada también por el Arzobispo Giovanni d'Aniello, Nuncio Apostólico en la Federación Rusa y Uzbekistán, y los obispos católicos ordinarios presentes en Rusia.
El cardenal Zuppi, cuya homilía ha sido traducida al ruso por el obispo Nikolai Dubinin, ha proseguido: "Como una madre, la Iglesia nunca puede concederse la paz ante las divisiones entre sus hijos, Ella es madre y busca siempre la paz con paciencia y fortaleza, para reunir lo que ha sido dividido por el mal. Como una madre, la Iglesia invoca sin cesar el don de la paz: la busca sin cesar, porque el dolor de cada ser humano es su dolor. No es ingenua, recuerda y no confunde los ámbitos de responsabilidad. Afronta la adversidad como posibilidad de amor, siembra el bien para combatir el mal y restablecer la justicia, sostiene la esperanza encendida en la oscuridad de las tinieblas".
Ante los cerca de 500 asistentes (representantes diplomáticos, católicos de la capital y periodistas), el enviado del Papa Francisco ha reiterado la finalidad de la misión que le ha encomendado el Pontífice: La Iglesia, ha dicho, "crea lazos de paz y fraternidad, destruidos por la violencia, el odio y la desconfianza. Esta es la única razón de ser de la misión de estos días, una misión querida por el Sucesor de Pedro, que no se desanima y trata de hacer todo lo posible para que la expectativa de paz que brota de la Tierra se realice pronto. Ayer encomendé esta misión a la Madre de Dios de Vladimir, para que su ternura hacia la humanidad herida y sufriente nos ayude a encontrar caminos de paz con inteligencia y valentía, con creatividad y confianza". Recordando el sufrimiento de los indefensos y de los inocentes, el Cardenal ha invitado a todos a no olvidar este dolor y a comprometerse en la búsqueda de caminos para superarlo: "No es un sueño ingenuo, sino un deber humano y cristiano necesario para que haya futuro. La paz y la justicia se alimentan y se necesitan mutuamente". En la celebración también ha estado presente el metropolita Nifon de Filipópolis, representante de la Iglesia greco-ortodoxa de Antioquía ante la Iglesia ortodoxa rusa.
El jueves 29 de junio por la tarde, el cardenal Zuppi se ha reunido con el Patriarca ortodoxo de Moscú y de todas las Rusias, Kirill.
El 28 de junio, el arzobispo Pezzi, jefe de la archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, había hecho un llamamiento a los católicos de la Federación para que acompañaran con la oración la segunda etapa de la misión del cardenal Zuppi, pidiendo a los fieles de la capital que acudieran a la catedral para la celebración vespertina de hoy y a todos los párrocos de las parroquias de fuera de Moscú que celebraran una misa en apoyo de la misión de paz en curso, unidos espiritualmente al papa Francisco.
La catedral católica de Moscú, dedicada a la Inmaculada Concepción de María, es un edificio de principios del siglo XX de estilo neogótico. Como casi todos los lugares de culto situados en suelo soviético, la catedral también ha pasado por suertes alternas: cerrada en 1938, en la época de las llamadas grandes purgas estalinistas, fue profanada y utilizada por el régimen comunista como almacén y mercado, para ser devuelta a la Iglesia católica tras la caída de la URSS y volver a ser consagrada en 2005. La archidiócesis de la Madre de Dios, dirigida desde 2007 por el arzobispo Pezzi, se extiende por un territorio de 2.629.000 km² y comprende un centenar de comunidades. La provincia eclesiástica de la Iglesia católica en Rusia, además de la archidiócesis, consta de otras tres diócesis sufragáneas: la diócesis de San Clemente en Saratov, la diócesis de San José en Irkutsk y la diócesis de la Transfiguración en Novosibirsk. Dado que los católicos en la Federación Rusa son menos del 1% de la población total, se trata en su mayoría de comunidades pequeñas o muy pequeñas, que cuentan a veces con la presencia de un sacerdote con muy poca frecuencia a lo largo del año. No existen cifras precisas sobre el número de católicos presentes en la Federación, dada la presencia de diversas comunidades (institutos religiosos, movimientos eclesiales, grupos que se reúnen por nacionalidades, etc.), a menudo formadas por extranjeros que permanecen en Rusia durante un periodo más o menos breve. Según declaraciones recientes del arzobispo Pezzi a la agencia de noticias RIA Novosti, el número de católicos bautizados en el país no llegaría al millón. Además, debido a las dificultades surgidas a raíz del reciente conflicto, últimamente se ha observado una disminución bastante significativa de la presencia de católicos extranjeros.
(CD) (Agencia Fides 29/6/2023)


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