Roma (Agencia Fides) – “Hay unos 270 millones de personas en 79 países que este año no tienen acceso a una alimentación adecuada: de ellos, 34 millones se enfrentan a niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda y corren un alto riesgo de hambruna”, así lo denuncia la Comisión Católica Internacional de Migración (Catholic Migration Commission - ICMC). Para hacer frente a esta emergencia, la ICMC y más de 260 organizaciones de la sociedad civil piden 5.500 millones de dólares de financiación adicional y un alto el fuego mundial para evitar la hambruna y más pérdidas de vidas en todo el mundo.
“Estas cifras han aumentado considerablemente desde 2019, debido a una combinación de conflictos armados, cambio climático y pobreza. A los efectos de una situación tan compleja se suma el impacto de la pandemia de Covid-19, que pone de manifiesto cómo la desigualdad y la pobreza afectan al acceso a los alimentos de gran parte de la población mundial. Covid-19 también ha hecho que muchos países sean vulnerables a las crisis económicas que afectan a la seguridad alimentaria”, dice un comunicado enviado a la Agencia Fides.
“Cada día somos testigos del sufrimiento y la resiliencia de poblaciones enteras en Yemen, Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Burkina Faso, República Democrática del Congo, Honduras, Venezuela, Nigeria, Haití, República Centroafricana, Uganda, Zimbabue y Sudán”, afirman las 260 organizaciones humanitarias en una carta abierta dirigida a los líderes mundiales para que aborden la situación.
“Son las acciones humanas las que conducen a la carestía y al hambre y son nuestras acciones las que pueden detener los peores daños. Todos tenemos un papel que desempeñar”, afirma la carta, que se dirige específicamente a los líderes estatales que tienen “una responsabilidad única”. “Les pedimos que actúen ahora. Les pedimos que proporcionen los 5.500 millones de dólares adicionales que se necesitan para la ayuda alimentaria urgente para llegar a más de 34 millones de niñas, niños, mujeres y hombres de todo el mundo que están a un paso de la carestía”.
En marzo de 2020, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió un alto el fuego mundial “en apoyo de la batalla contra COVID-19”. Este llamamiento condujo a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en apoyo de una “fase humanitaria duradera” mundial para combatir la pandemia. La resolución del Consejo de Seguridad recibió el apoyo de organizaciones de la sociedad civil y de líderes mundiales, como el Papa Francisco
(L.M.) (Agencia Fides 21/4/2021)