Roma (Agencia Fides) – La más reciente ronda de elecciones celebradas en África ha provocado una serie de protestas en los países donde han tenido lugar. En dos de ellos, los jefes de Estado salientes, ambos mayores de ochenta años, han sido reelegidos en medio de acusaciones de fraude y del descontento de una población compuesta en gran parte por jóvenes.
Las elecciones presidenciales en Costa de Marfil, celebradas el 25 de octubre (véase Fides 24/10/2025), han estado precedidas por fuertes tensiones debido a la exclusión de varios candidatos de la oposición, entre ellos el expresidente Laurent Gbagbo (véase Fides 4/10/2025). El presidente en ejercicio, Alassane Ouattara, ha sido reelegido con casi el 90% de los votos, en unos comicios donde alrededor del 2% de los colegios electorales en todo el país ha sufrido interrupciones. La votación ha estado marcada también por episodios de violencia, especialmente en diversas ciudades de la región centro-occidental. En total, once personas han perdido la vida desde mediados de octubre, según fuentes de la sociedad civil y las autoridades, entre ellas tres en Nahio (centro-occidental) el mismo día de las elecciones, durante enfrentamientos entre votantes y partidarios del boicot.
En Camerún, el 12 de octubre, el presidente Paul Biya, de 92 años, fue reelegido por octava vez como jefe del Estado, en una votación que, según la oposición y diversos observadores internacionales, estuvo marcada por graves irregularidades. También allí se registraron protestas de una población mayoritariamente joven que reclama una alternancia en el poder, aunque las manifestaciones se han detenido por el momento. Issa Tchiroma Bakary, exministro y hoy opositor, se proclamó vencedor de las elecciones, pero su declaración fue rechazada por la Corte Suprema.
En Tanzania, la presidenta saliente Samia Suluhu Hassan, de 65 años, ha sido reelegida en los comicios del 29 de octubre, en una victoria muy controvertida, debido a la exclusión de los principales candidatos de la oposición.
El partido opositor Chadema ha sido descalificado por negarse a firmar el código electoral, además de porque había pedido el boicot de las elecciones. Su líder, Tundu Lissu, fue arrestado en abril y actualmente está siendo juzgado por traición, un delito que puede ser castigado con la pena de muerte.
El único otro candidato opositor de peso, Luhaga Mpina, del partido ACT Wazalendo, ha sido excluido por motivos procedimentales.
El clima electoral en Tanzania además sea visto enrarecido por una serie de secuestros que han sembrado temor entre la población. Tras el estallido de las protestas, el gobierno ha bloqueado el acceso a Internet, ha impuesto el toque de queda y ha desplegado al ejército en las calles.
(Agencia Fides 1/11/2025)