EUROPA/RUMANÍA - El “caso rumano”: invasión cultural, ingentes gastos militares, democracia cancelada

martes, 14 enero 2025 ecumenismo   ortodoxia   geopolítica   papa francisco   democracia   armas  

El candidato Georgescu durante una celebración religiosa en la Iglesia greco-ortodoxa de Tauni

por Victor Gaetan*

«Los inocentes pagan la guerra, los inocentes ... Reflexionemos sobre esta realidad y digámonos unos a otros: la guerra es una locura. Y los que se benefician de la guerra y del comercio de armas son criminales que matan a la humanidad». (Papa Francisco, 2022)

«Cada cañón fabricado, cada buque de guerra botado, cada cohete disparado significa... un robo a los que tienen hambre y no pueden alimentarse, a los que tienen frío y no pueden vestirse.... El coste de un bombardero pesado es éste: una moderna escuela de ladrillos en más de 30 ciudades... Pagamos un solo avión de combate con medio millón de toneladas de grano.... Esto no es un modo de vida en absoluto, en ningún sentido. Bajo la nube de una guerra amenazante se encuentra la humanidad colgada de una cruz de hierro». (Dwight Eisenhower, 1953)

Bucarest (Agencia Fides) - A tan solo 48 horas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, prevista para el 8 de diciembre, el gobierno interino de Rumanía ha anunciado la anulación del escrutinio. La decisión ha generado una fuerte conmoción, ya que la diáspora rumana, compuesta por cerca de 8 millones de personas que residen en el extranjero, ya había comenzado a emitir su voto.

El presidente en funciones, Klaus Iohannis, ha justificado la medida alegando posibles injerencias extranjeras como motivo de esta escandalosa y antidemocrática orden. Una acusación que ya había planteado precedentemente el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken. Según Blinken, “las autoridades rumanas están destapando un esfuerzo ruso a gran escala y bien financiado para influir en las recientes elecciones presidenciales”.

Sin embargo, hasta el momento no se han presentado pruebas concretas que respalden una posible implicación rusa.

Rumanía se encuentra en medio de una profunda crisis política y cultural que se ha convertido en un verdadero caso de estudio. La situación actual refleja la compleja interacción entre una invasión cultural, una élite política cautiva que está subordinada a los intereses extranjeros que pretenden convertir el país en una plataforma de lanzamiento para una posible expansión del conflicto entre Rusia y Ucrania.

El principal obstáculo en el proceso de elecciones presidenciales ha sido la candidatura de Calin Georgescu, un candidato ortodoxo que ha hecho de la paz el eje central de su campaña. Sin embargo, en un país de la OTAN, con largas fronteras con Ucrania al norte y al este, la paz se ha convertido en un objetivo percibido como peligroso.

El cristianismo en Rumanía, ha sido reconocido y honrado por los tres últimos papas, quienes han elogiado la resiliencia de la población rumana durante el régimen comunista. Ahora, con las presiones externas sobre el país, los creyentes y los líderes religiosos están desafiando el intento de la OTAN y la Comisión Europea de apoderarse cultural y militarmente de la nación.


La Rumanía exaltada por los Papas


Rumanía fue el primer país de mayoría ortodoxa visitado por un Papa, cuando en 1999 Juan Pablo II pasó tres días como huésped del Patriarca Teoctist en la capital, Bucarest. Fue una peregrinación llena de encanto, en parte porque los dos eran ya amigos: Teoctist había sido huésped del Vaticano en Roma casi un año entero antes de la revolución navideña de 1989 en Rumanía.

Anticipándose a su viaje, Juan Pablo II estudió rumano durante meses para poder pronunciar sus mensajes en la lengua local, transmitiendo cercanía cultural. Fue un esfuerzo importante porque históricamente, sobre todo antes de que el comunismo tomara el poder en 1948, la Iglesia Ortodoxa Rumana y la Iglesia Greco Católica colaboraban muy de cerca, incluso dando forma a la creación de la “Gran Rumanía” en 1918, tras la Primera Guerra Mundial.

El Papa Francisco también visitó Rumanía en 2019 para ensalzar la armonía multiétnica y multirreligiosa alcanzada en este país, a diferencia de la vecina Ucrania. Junto al patriarca ortodoxo rumano Daniel, en la catedral ortodoxa más grande del mundo, el Papa pidió a Dios que ayude a las dos comunidades religiosas a encontrar “formas inéditas de intercambio y misión”.


Ganador cristiano


Así, muchos católicos rumanos y extranjeros (alrededor de 1,4 millones de personas) se han emocionado con la inesperada victoria de un independiente sin afiliación política, Călin Georgescu, de 62 años, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 24 de noviembre, porque recuerda la importancia de la fe cristiana para el renacimiento nacional, y su visión es ecuménica.

El 18 de diciembre, Día Nacional de las Minorías, Georgescu escribió en las redes sociales: “Garantizo a todas las comunidades étnicas que nadie os tratará nunca como ciudadanos de segunda clase de este país... Al igual que respetamos todas las religiones, respetamos todas las comunidades étnicas.... Vuestra identidad y vuestra lengua materna estarán siempre salvaguardadas”.

Georgescu tiene vínculos familiares con la Iglesia católica a través de su tío, el artista Aurelian Bucataru, que pintó el interior de la catedral de San José, donde celebraron misa tanto el Papa Juan Pablo II como el Papa Francisco.

El amor es un tema central de su campaña electoral. En la página web del candidato se lee: “Cuando el poder de amar venza al amor al poder, podremos renacer como nación”. Está convencido de que se ha hecho demasiado poco para negociar el fin de la guerra en la vecina Ucrania.

Georgescu es científico, ecologista y experto en desarrollo sostenible, y ha representado a Rumanía en diversos foros de las Naciones Unidas (1996-2013), entre ellos el nombramiento como Relator Especial para investigar cómo las pruebas nucleares en las Islas Marshall tuvieron efectos negativos a largo plazo en la salud de la población local. Durante su etapa en el comité ejecutivo del Club de Roma (2013-2021), Georgescu trabajó con la Comunidad de San Egidio.

Georgescu critica la transferencia de recursos nacionales a intereses extranjeros, la creciente pobreza y la ideología “woke” que prioriza las cuestiones LGTB sobre las necesidades de las familias, posturas todas ellas que le han granjeado un amplio consenso.

Georgescu es presidente de una organización sin ánimo de lucro, la Asociația Pământul Strămosesc (Asociación Tierra de Nuestros Antepasados), dedicada a “los pequeños agricultores, las familias rurales, el arte y la artesanía, la familia y la fe”. Entre sus numerosos proyectos para ayudar a los pueblos con recursos limitados, la asociación ha utilizado materiales tradicionales para reparar un pozo de agua potable inservible en una iglesia greco-católica de Tauni (comuna Valea Lunga, judetul Alba), un lugar donde la iglesia es un centro neurálgico de la vida del pueblo. Niños vestidos con trajes tradicionales han asistido a la inauguración del pozo. [Véase la foto].


Golpe de Estado de la élite política


Tranquilo, distinguido y de buen corazón, Călin Georgescu cuenta con una importante red internacional y profundas raíces nacionales. ¿No es este el perfil de un presidente ideal? Así lo pensaban los votantes rumanos, que le otorgaron el 23% de los votos, el más alto en la primera ronda de las elecciones del 24 de noviembre, lo que le catapultó a la votación final del 8 de diciembre frente a la candidata más liberal, Elena Lasconi.

Pero, de repente, el gobierno estadounidense empezó a quejarse con fuerza de la «injerencia exterior». Tampoco estaba satisfecha la Comisión Europea. Y así, sólo un día después, el día de San Nicolás, el Tribunal Constitucional rumano (un grupo de nueve personas que no son jueces profesionales) nombrado por los partidos gobernantes, anuló las elecciones presidenciales del país.

Tanto Georgescu como Lasconi han condenado la anulación de las elecciones. Georgescu ha tenido especial cuidado en advertir a sus partidarios de que no salieran a la calle, con manifestaciones que podrían haber sido fácilmente manipuladas para derivar en violencia. Mientras tanto, los funcionarios europeos han sido testigos mudos de la subversión de la democracia. Además, a Georgescu le han suspendido bruscamente la electricidad y las conexiones a Internet durante cuatro días. Sus partidarios han sido detenidos e interrogados, sus domicilios registrados y sus cuentas bancarias congeladas: intimidaciones propias de regímenes represivos.

Se trata de una medida sin precedentes y, sin duda, antidemocrática, adoptada por el impopular presidente en funciones, que ha respaldado la decisión con documentos “no oficiales” en los que se alega la manipulación por parte de un “agente estatal” a través de TikTok. (Iohannis lleva en el cargo desde 2014. La Constitución rumana establece que su mandato solo puede prolongarse más de dos quinquenios, por ley, en caso de guerra o catástrofe).

Georgescu ha sido duramente denigrado en la prensa occidental como «un crítico de la OTAN de extrema derecha» (CNN), «un outsider de derechas, crítico de la OTAN» (Reuters), «un político nacionalista extremista» (BBC) y «un independiente de extrema derecha con opiniones esotéricas fundamentalistas cristiano-ortodoxas y pro-rusas» (Deutche Welle). ¿Cuándo se ha convertido la fe cristiana en sinónimo de extremismo?

Al cabo de unas semanas, sin pruebas de injerencia rusa, funcionarios de una agencia estatal encargada de investigar posibles fraudes electorales han empezado a filtrar lo que han encontrado: pruebas de que la principal entidad que pagó cientos de miles de euros a un centenar de influencers de TikTok para promocionar la plataforma de Georgescu era... el Partido Nacional Liberal (PNL), es decir, el partido político del presidente en funciones.
El plan estaba supuestamente diseñado para atraer a los votantes conservadores hacia Georgescu, alejándolos de otro candidato soberanista, con el fin de favorecer al candidato del Presidente durante la segunda ronda.


Injerencias: ¿rusas o OTAN-UE?

Con todo, el actual Presidente Klaus Iohannis, que ostenta ilegítimamente el poder, y el embajador estadounidense han hecho intervenciones en los medios de comunicación para defender el sabotaje electoral. El presidente del comité militar de la OTAN, el almirante Rob Bauer, sigue apoyando la tesis de la injerencia rusa incluso después de que se divulgara la noticia de las tácticas de TikTok del PNL. “Vemos, en la alianza, cada vez más acciones rusas, como violaciones del espacio aéreo, desinformación, ciberataques... Tenemos que estar muy atentos juntos”.

Sin ninguna prueba de la subversión rusa, de repente los líderes occidentales se atribuyen el mérito: curiosamente, un antiguo comisario de la UE se jactaba en la televisión francesa hace unos días [9 de enero] afirmando: “Lo hemos hecho en Rumanía y lo haremos en Alemania si es necesario”.

Lo que muchos relacionan con los acontecimientos es la posición geográfica de Rumanía en la frontera con Ucrania, tanto al norte como en el Mar Negro, y la intención de la OTAN de controlar la política rumana para aprovechar al máximo el uso del país.


Los objetivos de la OTAN


Con el amenazador título “Cómo Rumanía se está preparando para una guerra total contra Rusia”, un vídeo de YouTube publicado el 22 de diciembre explica cómo “Rumanía podría convertirse en el arma secreta de la OTAN” en favor de Ucrania. Producido por The Military Show, con 1,29 millones de suscriptores, parece ser una fuente fiable y está teniendo una amplia difusión en Rumanía.

El vídeo informa sobre las importantes compras de armamento del país como parte de un plan para convertirlo en una potencia aérea. Nuevas baterías de misiles y centros de mando móviles permitirán lanzar simultáneamente 16 misiles. El Ministerio de Defensa rumano confirma que los ejercicios militares denominados Dacian Spring 2025 desplazarán por primera vez al país fuerzas francesas a nivel de brigada.

En realidad, el mayor “pecado” político de Georgescu parece ser su oposición a la implicación de Rumanía en el caos, la muerte y la destrucción de la puerta de al lado. A la pregunta de la BBC de si su país debería proporcionar más apoyo militar a Ucrania, él respondió: “Cero. Todo se detiene. Debo limitarme a cuidar de mi pueblo. Nosotros también tenemos muchos problemas”. Su postura parece estar en consonancia con los principios de subsidiariedad y toma de decisiones a nivel local, afirmados por la doctrina social católica.


El aumento del gasto en armamento


Mientras Georgescu y su equipo impugnan la decisión antidemocrática en los tribunales, sus partidarios siguen creciendo. Aunque las iglesias rumanas se cuidan de evitar la política, algunos sacerdotes de todas las confesiones cristianas han expresado aprobación a su espíritu y dedicación a las necesidades de la gente común.

La mayoría de la población ve una relación entre el rápido aumento de tropas en Rumanía, el miembro de la OTAN con la frontera más larga con Ucrania, y la negativa de Occidente a permitir la elección de un presidente que persiga la paz y la protección de la soberanía nacional.

En los últimos dos años, el gobierno rumano se ha embarcado en una carrera de gastos militares que incluye 1.000 millones de dólares para tanques de fabricación estadounidense y 7.200 millones de dólares para 32 F-35 estadounidenses en octubre, la compra de armas más cara de la historia del país.

En 2024, el gasto militar del país aumentó un 45%, hasta 21.000 millones de dólares. Parte del gasto está relacionado con la construcción de la mayor base militar de la OTAN en Europa -cerca del Mar Negro y de la frontera rumano-ucraniana-, que se espera que albergue a 10.000 soldados de la OTAN y a sus familias. El pasado mes de septiembre, Rumanía obtuvo del gobierno estadounidense un préstamo de 920 millones de dólares, ¡a un asombroso tipo de interés del 36%!

Rumanía tiene la tasa de inflación más alta de la UE y una deuda nacional desorbitada, lo que conlleva una pérdida de soberanía. El mes pasado, la agencia internacional de calificación Fitch rebajó la nota del país de estable a negativa. Mientras tanto, más del 20% de la población vive por debajo del umbral de pobreza; el salario mínimo del país es de los más bajos de la UE, lo que empuja a millones de personas a buscar trabajo en el extranjero.

Como ha preguntado retóricamente un experto diplomático: “¿Se dan cuenta los estrategas militares de que arruinar los recursos de un país y provocar un descontento popular masivo garantiza resultados catastróficos?”.


La invasión cultural precede a la expansión militar


La “invasión cultural” es un concepto útil para describir cómo un grupo socava la cultura de otro imponiéndole, a menudo de forma sutil y prolongada, una visión del mundo ajena. El pensador católico brasileño Paulo Freire utilizó este término en el contexto de la investigación sobre la educación, pero se ha generalizado su uso para analizar los aspectos negativos de la globalización.

Alvaro De Orleans-Borbon es un sagaz analista de los acontecimientos internacionales. Científico vinculado a las familias reales de Francia, Italia, España, Bulgaria y Rumanía, ha proporcionado una aguda evaluación de lo que está ocurriendo en un país como Rumanía.

“Hay dos tipos de invasiones que pueden tener un profundo impacto en un país”, explica. “Una es una invasión militar, como la invasión de Rusia a Ucrania. Pero antes de eso, hay otro tipo de invasión, que es una invasión cultural, y sigue siendo algo que el país por sí solo no querría, a menos que algún actor externo intente influir profundamente en él a favor de sus propios intereses”.

Las encuestas muestran que los rumanos están furiosos por el secuestro de las elecciones presidenciales. Cuando más de 100.000 personas han protestado en las calles de Bucarest el domingo 12 de enero, se podían ver muchas cruces entre las banderas nacionales, lo que significa la esperanza de una visión que el Patriarca ortodoxo Daniel quiso compartir con el Papa Francisco durante el viaje del Obispo de Roma a Rumanía en 2019. Es decir, que los creyentes ortodoxos y católicos se unan “para defender y promover la fe en Cristo y los valores cristianos en una Europa muy secularizada, con el fin de transmitir a las jóvenes generaciones la fe en el amor misericordioso de Cristo por el mundo y la fe en la vida eterna de la persona humana”.
(Agencia Fides, 14/1/2025)

*Victor Gaetan es Senior Correspondent del National Catholic Register y se ocupa de cuestiones internacionales. Escribe también para la revista Foreign Affairs y ha colaborado con Catholic News Service. Es autor del libro God’s Diplomats: Pope Francis, Vatican Diplomacy, and America's Armageddon (Rowman & Littlefield, 2021) publicado en edición de bolsillo en julio de 2023. Su sitio web es VictorGaetan.org


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