Davao (Agencia Fides) - En la mañana del 15 de enero, en Davao, ciudad de la isla filipina de Mindanao, la comunidad católica filipina - con una gran asamblea de obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos y laicas - ha presentado sus últimos respetos y ha celebrado el funeral de Fernando Capalla, arzobispo emérito de Davao, fallecido en la ciudad el 6 de enero a la edad de 89 años. Los miles de fieles presentes, que abarrotaban la catedral de Davao, junto a líderes y fieles musulmanes, le han recordado por el gran cuidado que demostró en su labor pastoral, por su caridad, por su compromiso en favor del diálogo islámico-cristiano, una misión en la que, en el sur de Filipinas, se entregó por entero.
Rómulo Valles, actual arzobispo de Davao, presidió la misa funeral, mientras que el cardenal Orlando Quevedo, arzobispo emérito de Cotabato, que conocía bien a Capalla y trabajó con él durante mucho tiempo, pronunció la homilía, recordándole con estas palabras: “Era un hombre de profunda paz. La paz y el diálogo fueron las señas de identidad de la vida de Capalla”, que dirigió la comunidad de Davao desde 1996 hasta 2012. “La santidad del obispo Capalla estaba impregnada de valores evangélicos: respeto y comprensión recíproca; amistad con personas de otras confesiones; empatía y profunda aceptación de las diferencias; promoción de la convergencia entre las distintas confesiones, especialmente el islam y el cristianismo”, dijo Quevedo.
Sus colaboradores, y también los líderes musulmanes, lo recuerdan como un hombre caracterizado por la dulzura y la humildad, cualidades que permitieron hacer frente a diversas crisis y momentos de tensión en una zona, como la isla de Mindanao, atravesada por conflictos interreligiosos e incluso por la violencia terrorista.
Haciendo buen uso de sus cualidades como tejedor de relaciones, Capalla fue uno de los creadores y promotores de la “Conferencia Obispos-Ulama” (líderes religiosos musulmanes, ed), organización de la que fue cofundador, logrando reunir a líderes religiosos de distintas comunidades para iniciar un auténtico diálogo interreligioso y una colaboración eficaz. Fundada en 1996, la Conferencia Obispos-Ulama, en sus casi 30 años de actividad, ha promovido el diálogo en el sur de Filipinas para mejorar la convivencia entre musulmanes y cristianos. Los líderes de las distintas comunidades religiosas se reúnen en conferencias, sesiones de estudio, momentos de oración y seminarios en los que abordan juntos cuestiones como el desarrollo, los derechos humanos, la dignidad, la justicia social, la paz y el entendimiento interreligioso, buscando puntos en común y promoviendo iniciativas de cooperación mutua, por el bien común. La conferencia también ha desarrollado importantes colaboraciones institucionales, siendo llamada como asesora por la Oficina del Asesor Presidencial del gobierno filipino para el proceso de paz, así como por la Conferencia Episcopal de Filipinas. Por este compromiso, Capalla recibió el “Premio San Lorenzo Ruiz por la Paz y la Unidad”, en reconocimiento a su valiosa contribución.
Capalla fue Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas (2003-2005), miembro del Comité Central de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC) y de la Oficina de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la FABC (2000-2005). Dada su experiencia y compromiso, fue nombrado miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
En un mensaje enviado por el Papa Francisco y leído durante la ceremonia fúnebre, el Papa ha elogiado el “abnegado ministerio episcopal del arzobispo, en particular su caridad pastoral y su compromiso en la promoción del diálogo interreligioso”.
Así le recuerda el Padre Sebastiano D'Ambra, PIME; fundador del Movimiento de Diálogo "Silsilah" en el sur de Filipinas, que trabajó estrechamente con él: “Ha sido un buen amigo que ha contribuido mucho a la promoción del diálogo interreligioso en Mindanao, pero también a nivel nacional e internacional. Cuando fundé el Movimiento Silsilah en 1984, se alegró de este nuevo comienzo y lo valoró. Creo que muchos de nosotros podemos decir muchas cosas sobre la bondad y generosidad del arzobispo Capalla. Fue él quien aprobó dirigir la Comunidad de Diálogo Emaús, una nueva forma de vida consagrada en la Iglesia local, y se alegró mucho de apoyar nuestro Colegio de Teología Emaús, especializado en el Diálogo Interreligioso”.
“La creación de la Conferencia de Obispos-Ulama”, prosigue el misionero, “es un precioso legado suyo. Muchas otras cosas pueden decirse de la pasión y determinación del obispo Capalla por promover múltiples formas de diálogo a todos los niveles, como en el caso de la Semana de la Paz de Mindanao. Su compromiso fue decisivo a nivel nacional para el proceso de paz entre el gobierno y el Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), que ahora tienen un acuerdo oficial con el gobierno de Manila. Hoy, la Iglesia nos invita a continuar la misión del obispo Capalla. Todos nosotros seguimos recordando su legado y continuamos la misión de diálogo y paz con valentía y determinación”.
(PA) (Agencia Fides 15/1/2024)